Dice el refrán que “quien a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija”, pero no siempre se puede mirar con buenos ojos ese adagio popular.
Y así sucede con los más de 200 habitantes de los asentamientos Camilo Torres y La Cuyanita de Bucaramanga, frente a la cantidad de árboles que rodean sus humildes moradas. El follaje casi las arropa.
Esa sombra de la que reza el adagio es para ellos una preocupación latente, el desasosiego es peor porque muchos de esos árboles están a punto de irse al suelo por el grave deterioro que registran. De hecho, una tragedia reciente les aviva la desazón.
Los residentes de estos sectores, en el Norte de la capital santandereana, les piden a las autoridades ambientales una visita de inspección, antes que ocurra otra desgracia.
Isabel Román Edil de la comuna cuatro de Bucaramanga, sostuvo que “la problemática de la comunidad está dividida en varios sectores. En Altos de Camilo Torres siete familias tienen sus casas junto a árboles gigantes que ya están viejos y en algunos ya no brotan hojas. En otros lados la preocupación es porque la polilla se ha comido la madera y los troncos están a punto de caer. Es peor cuando llueve”.
¡Qué no se repita esa tragedia!
Y es que las familias que viven en estos asentamientos no quieren ser parte de una historia trágica como la ocurrida el pasado 31 de diciembre en Villas del Girardot. Allí, mientras dormían, dos personas murieron aplastadas por un árbol. La tragedia le dio la despedida al 2021. Un árbol de 30 metros, les cayó encima a los esposos Jorge Luis Rojas y Raussy Marielis Gutiérrez, ambos de origen venezolano. Con nerviosismo por lo ocurrido entonces, la mayor expresión de los habitantes es el miedo a que se repita la historia, puesto que como el árbol de la tragedia hay muchos casi ‘colgando’ de un barranco erosionado, asomándose sobre más viviendas en una amenaza constante.
Hablan las autoridades
Luis Ernesto Ortega, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Bucaramanga, indicó que durante los últimos años se han caído cerca 40 de estas especies, porque la gente cuando construye les aplica agua caliente y ácido a las raíces, quizá con la intención de detener el normal desarrollo de las mismas para que no les levante los cimientos.
La Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, por su parte, invitó a la comunidad “para que realice la solicitud de poda al correo electrónico info@cdmb.gov.co. Solo así podremos atender de manera técnica esta situación para luego visitarlos con profesionales idóneos”.
En ese sentido, el llamado es para que los ciudadanos estén atentos a las condiciones de los árboles cercanos porque pueden representar un peligro.
Los expertos aseguran que cuando un árbol se encuentra en malas condiciones se vuelve vulnerable ante las precipitaciones y los fuertes vientos porque se generan movimientos que afectan su estructura.