El nuevo caso de intolerancia se registró la madrugada de este lunes, 10 de enero, en el sector Las Palmas, del corregimiento de Altavista, suroccidente de Medellín.
Según las primeras informaciones, la víctima, un joven de 21 años de edad de nacionalidad venezolana, llegó a su casa ubicada en la calle 18 con la carrera 91 y se dirigió a la cocina para preparar algo de comer, pero no encontró el encendedor para prender el fogón. Desesperado comenzó a gritar y a insinuar que vivía con ladrones.
Las graves acusaciones no le cayeron bien a su hermano, que se paró y discutió con él. En medio del alegato, el joven de 21 años fue atacado con un cuchillo en la espalda, presuntamente por su pariente.
El sospechoso fue capturado por la Policía por el delito de tentativa de homicidio, mientras que la víctima fue trasladada por los vecinos a la Unidad Hospitalaria de Belén.
Q’HUBO conoció que la víctima se encontraba fuera de peligro y que hoy mismo le darían de alta.
Nos está matando la intolerancia
Y es que la intolerancia se convirtió en un grave problema en la ciudad de Medellín. Solamente este año, de los 6 homicidios ocurridos en la ciudad, 2 fueron categorizados por convivencia.
El año anterior, de los 403 homicidios, 70 de ellos, o sea el 17,36 % obedecieron a problemas de intolerancia, según cifras suministradas por el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), de la Alcaldía de Medellín.
Y es que cada vez el problema ha ido creciendo, como lo informó el comandante operativo (e) de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, teniente coronel Alexander Romero. Según él, todos los días planifican estrategias para combatir los delitos que van contra la vida, sin embargo, el tema de la intolerancia se desbordó: “Las personas ya no son capaces de controlar su propio genio”.
El uniformado invitó a los ciudadanos a ser más tolerantes, a pensar antes de actuar, a respirar profundo y contar hasta 10.
