El ataque, según se conoció, se realizó con artefactos explosivos ubicados al interior del caserío, a unos 10 metros de una vivienda y a 60 metros de la institución educativa de la zona, por lo que también habrían resultado heridos algunos civiles.
Este ataque, de acuerdo con información entregada por el Ejército, se presentó cuando los militares prestaban seguridad a excombatientes del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, Yarí.
En estos momentos se adelantan las gestiones y coordinaciones para retornar los despojos mortales al seno de sus hogares en Mocoa (Putumayo) y Buenaventura (Valle del Cauca).