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Una tercera mujer denunció haber sido maltratada por el médico Antonio Figueredo

Cabe recordar que el médico fue apartado de su cargo en la Fundación Cardiovascular de Colombia, tras ser denunciado por maltrato físico y emocional.

Luego de conocerse las denuncias de dos profesionales de la salud quienes manifiestan haber sido maltratadas por el cirujano Antonio Figueredo, una tercera mujer, de 43 años, quien prefirió mantenerse en el anonimato, le contó a la W radio ser otra víctima.

Cabe recordar que el médico fue apartado de su cargo en la Fundación Cardiovascular de Colombia, tras ser denunciado por maltrato físico y emocional.

Según esta nueva denunciante, desde 2015 tuvo una relación de 16 meses con Figueredo, luego de que el galeno terminara su noviazgo con Érika Plata, otra mujer que denunció haber sido agredida también.

El modus operandi sería el mismo, de acuerdo a lo relatado por esta víctima anónima. Cuenta que la golpeada, la tiraba al piso, incluso, tiene un diente roto a causa de sus agresiones. Se estaría repitiendo la historia de Érika Plata y María Paula Pizarro.

Tras maltratarlas, Figueredo, al parecer, las amenazaba. En el caso de esta última denunciante, la habría sentenciado de meterse con los hijos y con publicar fotos íntimas.

Por ello, esta mujer lo describe como un “monstruo. “Es un hombre que está acostumbrado a maltratar a las mujeres física y verbalmente, era lo peor, en dos ocasiones, una de la más terribles, me llamó a su apartamento, yo fui, me cogió del cabello, me entró, es el modus operandi de él, cogerlas a patadas, tiende a decirles, putas, vagabundas, perras, lo que sea, yo estaba recién separada, no tenía trabajo, no pude hacer nada, todo sale a la luz, me amenazaba, me decía que sabía dónde estudiaban mis hijos y les podía hacer algo, no hice nada, me alejé de ese monstruo, como lo dicen las otras víctimas, coge mujeres jóvenes, de hecho, tengo un diente fracturado por él, es interno, y fue gracias a él, eso no tiene que seguir pasando”, le contó a la W.

Como si fuera poco, el médico Figueredo le habría contado al maltrato al que fue sometida Érika Plata, pero, ella nunca pensó que iba ser otra víctima.

“Acababa de terminar con ella, me dijo, estuve en Bogotá, le di en la jeta a esa perra y me devolví, yo le dije, ¿a qué fuiste?, y me contó, yo pensaba que como era una mujer de dos hijos, conmigo no iba a pasar, no sabía que era el modus operandi”.

Las otras víctimas

La primera en denunciar fue María Paula Pizarro. De acuerdo con la denuncia, conocida en la Revista Semana, Pizarro mantenía una relación con el galeno, quien es conocido por su trabajo cardiovascular en el área metropolitana de Bucaramanga.

Según la denuncia el día de la golpiza ambos salieron de un bar de Bucaramanga. Él le revisó el celular, le gritó…y le pegó el primer puño en el ojo, la agarró del pelo, la botó al piso, la agarró a patadas y le pegó otro puño en el mentón. Pizarro se puso en posición fetal para protegerse.

La víctima referenció en su denuncia que “me acostó y me quería ahorcar”. Además, el agresor habría amenazado a la víctima con divulgar imágenes íntimas de María Paula.

El abogado de Pizarro, Jaime Lombana, señaló a Caracol Radio que, según exámenes médicos, la mujer resultó con heridas en su rostro y barbilla, además con tres dientes rotos y una lesión en el tímpano producto de las patadas que recibió.

“Ya el caso se puso en conocimiento de la Fiscalía, porque de una manera cobarde golpeó a puños a la médica mucho menor que él. Tiene lesiones agravadas en el rostro que demuestra la cobardía de este médico, muy popular en Bucaramanga. Estamos esperando a las decisiones que se tomen frente a este caso”, agregó.

Sobre la situación se han pronunciado varios funcionarios, entre ellos el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar quien este domingo escribió en su cuenta de Twitter:

“Ninguna mujer puede ser agredida física, verbal o psicológicamente. Como gobernador, padre de tres hijas y esposo, rechazo lo ocurrido con la médica María Paula Pizarro. Pido celeridad a las autoridades y que se haga justicia.

Una anestesióloga

La revista Semana reveló el testimonio de una mujer que asegura que también fue víctima del cirujano Antonio Figueredo. La nueva denuncia fue interpuesta por Erika Plata, una mujer de 34 años quien se desempeña como anestesióloga.

Erika Plata le contó en detalle a Semana los hechos. “En 2012 ejercía el mismo cargo que actualmente tiene María Paula Pizarro. Me terminé enrollando con este señor. Estuvimos un año y medio de relación, en la cual él siempre me juró que estaba separado, cosa que no fue así. Pero en el momento que yo empecé a dudar de esto, la relación se empezó a poner tormentosa. Cada vez que yo le reclamaba sobre su relación, recibía una jalada de cabello o un golpe”.

Para darle un giro a su vida y salir de esa relación tormentosa, Erika decidió cambiar de ciudad y continuar con su vida. Sin embargo, le contó a Semana, el cirujano logró ubicarla.

“Un día llegué a mi apartamento, él ingresó al momento que yo abrí la puerta y ahí empezó el terror. Cuando abrí, él empujó la puerta y a la fuerza ingresó al apartamento. Él acababa de llegar de viaje con su “exesposa y sus hijos”. Así que yo le dije que se fuera con su mujer, que me dejara en paz y de una vez se me aventó encima, me golpeó la parte de atrás de la cabeza y me botó al piso. Yo intenté defenderme empujándolo, pero cada vez que yo intentaba moverme me golpeaba la cabeza, me arañaba los brazos, así que yo decidí quedarme muy quieta por algunos momentos”.

La víctima le aseguró a Semana que esa noche vivió una pesadilla.

“Traté de pararme del piso, pero él nuevamente me tumbó, me dio un golpe en la mandíbula, me bajó el pantalón e intento bajarme la ropa interior. Pero yo con una patada logré apartarme de él y traté de correr hacia mi habitación. Allá nuevamente me jaló del pelo y me lanzó al piso. Ahí sentí que no tenía escapatoria, así que cerré mis ojos y me quedé muy quieta, me mordió los brazos, me golpeó la cabeza una vez más y me decía que yo era una perra”, relató la víctima.

Finalmente el agresor salió del apartamento y regresó a Bucaramanga. “Apenas amaneció llamé a mi papá y le conté lo que había pasado. Fui a la Fiscalía y de ahí me remitieron a la URI de Paloquemao. Allí recibieron mi denuncia y me enviaron a Medicina Legal. Al día siguiente fui a urgencias de la clínica Reina Sofía para que revisaran mi mandíbula, ya que por uno de los golpes que recibí tenía limitación en la apertura de la boca. Gracias a Dios no tenía ninguna fractura y fueron solo contusiones”, le contó Erika a la revista Semana.

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