Una alegría generalizada viven los habitantes de Vetas, a tres horas de Bucaramanga, desde la noche del lunes 29 de diciembre.
Después de un día de encuentros, los vetanos lograron el visto bueno del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en el tema de la definición de la línea de páramo.
De acuerdo con Ivonne Consuelo González, presidenta de Asomineros y vocera de la veeduría Dignidad Minera de Vetas, es un logro que beneficia a los casi 2.000 habitantes que tiene el municipio.
“Se hizo honra a más de 466 años haciendo minería en un solo sitio, protegiendo nuestro ecosistema con el que hemos coexistido. Demostramos los errores cartográficos que incluso dejaban adentro el caso urbano. Vetas es 100% minero. Entonces nos comprometemos a hacer una minería sostenible, a trabajar de la mano con las instituciones y a hacer un ordenamiento minero ambiental del territorio”, dijo González.
Para la líder del gremio, parte principal de la victoria de los vetanos fue lograr ser oídos por el Gobierno Nacional y contar con la presencia de los delegados del Ministerio de Ambiente por más de un mes para verificar en terreno lo que se estaba planeando.
“Vetas volvió a nacer. Se acabó un limbo jurídico que permitió mucha ilegalidad. Estamos orgullosos de poder seguir siendo mineros. Presentamos una propuesta sólida, clara y responsable. Y fuimos oídos. Renunciamos a muchos títulos porque no son del territorio ni ancestrales. Vamos a estar pendientes de los otros cinco puntos que faltan”, indicó la veedora.
Al respecto, Hernán Bautista, alcalde de Vetas, aseguró que la propuesta siempre fue que el Ministerio de Ambiente respetara la pequeña minería y éstos se comprometieron a trabajar por la protección de los ecosistemas y velar por la conservación de las zonas protegidas.
“El riesgo que teníamos era que Vetas podía desaparecer. Pero ya con esa delimitación, aprobada por el Ministerio, hicimos respetar la pequeña minería, el oficio tradicional de los mineros que nada tienen que ver con la megaminería”, indicó el mandatario.
En la propuesta se dispuso que cerca del 70% del territorio de Vetas estará dentro de la línea de Páramo y el otro 30% albergará las actividades agrícolas, mineras y comerciales, pues se incluye en este espacio el casco urbano del municipio.
“Se respetaron las 586 hectáreas de título minero de minería pequeña con las que contaba Vetas. Eso quiere decir que los mineros del municipio ya no tienen la incertidumbre de perder el trabajo, no serán estigmatizados, se sienten tranquilos y más orgullosos de ser mineros, con un derecho ancestral de ejercer su oficio sin afectar el medio ambiente”, expresó Bautista.
Así las cosas, en Vetas falta por acordar cinco puntos clave: diseñar o crear un programa de reconvención o sustitución de labores prohibidas, crear un sistema de fiscalización de gestión de la resolución, los parámetros de protección de las fuentes hídricas, la instancia de coordinación permanente entre autoridades y configurar un modelo de financiación que facilite la articulación de aportes y la obtención de recursos.
Las reuniones continuarán hasta el próximo 3 de diciembre.