A doña María del Carmen Díaz jamás se le cruzó por la cabeza, en sus 76 años de vida, llevar puestos la toga y el birrete, mientras caminaba hacia un escenario para recibir su título como bachiller.
Aunque fue siempre su sueño obtenerlo, no pudo hacerlo realidad en sus tiempos de juventud, pues el entorno en el que se crió, según contó, no le dio las posibilidades. “Mis padres siempre fueron del campo y no sé si no tenían cómo, o de pronto no se interesaron en darme estudio; no estoy para juzgarlos, pero no pude estudiar y siempre fue una de mis grandes metas en mi mente y en mi corazón. Incluso me acuerdo que cuando estaba niña yo decía, así esté vieja, haré mis estudios”.
¡Y así lo hizo! Doña María, junto a otros 16 adultos mayores residentes del barrio Rincón de Girón, parte baja, cumplieron su meta de poder obtener su título académico y ahora están que no se cambian por nadie.
Apoyo incondicional
Sobre estos logros, Víctor Colmenares, líder comunal del Rincón de Girón, detalló que “este grupo estaba integrado por 19 adultos mayores, pero dos se nos adelantaron en el camino por la pandemia. Con los 17 que continuaron, el proceso fue grande y dieron su mayor esfuerzo para lograrlo. Empezaron hace un poco más de 4 años y veían sus clases en el salón comunal. Cuando estábamos en aislamiento, tuvieron que ver sus clases de forma virtual y fue un nuevo aprendizaje para ellos”.
Esta iniciativa fue apoyada por Cafam y la alcaldía de Girón, quienes permitieron que esta población lograra cumplir una gran meta y de forma gratuita.
“Lo que queda es gestionar un programa para que, quienes así lo deseen, puedan realizar sus carreras técnicas y profesionales. Están muy motivados y es bonito ver lo contentos que están. Vale la pena soñar y seguir luchando por los sueños; con disciplina y esmero todo es posible”, agregó Colmenares.
Finalmente, tanto Doña María del Carmen, como todos sus compañeros, agradecieron a cada una de las personas que hicieron todo lo que estuvo en sus manos para hacer realidad los sueños de estos adultos mayores.
“Le doy muchas gracias a Dios, primero que todo. Mientras estaba en la ceremonia pensaba, si me muero hoy, me voy feliz con este sueño cumplido”, culminó la ahora bachiller.
