El anuncio de la construcción de una nueva sección de aulas de clases en el Colegio San Carlos de San Gil, deja sobre la mesa la duda: ¿qué pasará con el edificio que está en riesgo de colapso al interior de la institución?.
El nuevo proyecto, que llega justamente como remplazo de cerca del 40% de la planta física del colegio cerrada por las fallas estructurales, no dice nada sobre el tema.
Los nuevos salones serán construidos en lo que el colegio conocía como la zona destinada a parqueaderos y que nunca se usó, figurando en el mapa como zona de encuentros en caso de alguna emergencia.
Mientras tanto, la zona en riesgo de colapso, en donde funcionaban tres baterías de baños, el aula de informática y ocho de los 18 salones que tiene la institución, permanecerá sin usarse.
La rectora del colegio, Claudia Almonacid, mostró su preocupación por el no conocer aún ninguna solución a este dilema que pone a toda a la comunidad estudiantil en riesgo.
En 2018, tras la orden recibida desde la Unidad de Gestión de Riesgo, la zona afectada fue cerrada y aislada por los problemas en los suelos y el evidente agrietamiento en la estructura.
La viera de esta comunidad estudiantil, dijo que hasta el momento no se ha conocido ningún pronunciamiento de ninguna entidad sobre esta situación y pidió a al Comité Municipal de Gestión del Riesgo tomar una decisión sobre el tema, de tal forma que se mitigue o elimine el riesgo que el edificio representa.
Pedro López, secretario de Control Urbano e Infraestructuradel municipio, explicó que sobre este edificio hay dos opciones: reforzarlo o demolerlo.
La nueva obra
La construcción de la obra de siete aulas de clase, una de informática, una batería de baños, así como el estudio y diseño de la cocina y el comedor estudiantil, tendrá una inversión $2.267 millones un convenio entre alcaldía de San Gil, Ministerio de educación, Gobernación de Santander y Findeter.
