En las imágenes se ve a la mujer desnuda inclinada mientras el hombre la graba desde atrás.
El video, que primero se hizo viral por WhatsApp y luego por otros canales de redes sociales, causó indignación en la mayoría de personas.
«Esto supera todos los límites de la decencia, del respeto y de lo razonable», dijo el presidente de la administración eclesial, Ernest Essers.
En el contenido explícito del vídeo no se reconocía muy bien a los autores, aunque después fueron identificados.
El hombre y la mujer reconocieron los hechos y ahora tendrán que seguir una formación «que les haga reflexionar sobre los hechos y su impacto».
Así mismo, tendrán que participar en un proceso de mediación penal para reparar el perjuicio causado.
Los hechos se dieron en el altar de la iglesia de la localidad de Bree, en la región de Flandes, Bélgica.