Yheferson José Quevedo Sequera tuvo que dejar Venezuela para buscar mejores oportunidades de vida.
A sus 19 años ya era un emprendedor. Allá, en tierras bolivarianas, tenía una tienda de ropa íntima, pero tuvo que cerrarla debido a la crisis que atravesaba el país. A esa edad llegó a Colombia, a Bucaramanga, con ganas de trabajar y salir adelante, empezar de nuevo.
Primero laboró en una caseta, luego montó un ‘carrito’ de venta de perros calientes hasta que pudo contactar a unos ‘paisanos’ y ubicarse en un mejor oficio.
Lo contrataron en una empresa de seguridad para trabajar como escolta.
Yheferson ya llevaba cuatro años viviendo en ‘La Bonita’ con su esposa.
Durante todo ese tiempo nunca perdió la comunicación con Helena Quevedo, su hermana, quien vive en Lima, Perú.
“Me contaba que estaba bien, que estaba ahorrando dinero porque en diciembre quería que mi mamá se fuera para allá con él a pasar las vacaciones. La última vez que hablamos fue hace dos días. Ayer justo le iba escribir pero ya era tarde no quería molestarlo”, aseguró Helena.
“Esta mañana (ayer) la esposa me llamó a contarme que había muerto”, agregó entre lágrimas.
Lo sorprendió la fatalidad
El trágico accidente que ‘apagó’ la vida de Yheferson ocurrió el martes en la noche cuando se movilizaba en su motocicleta Honda de placa PZI67E por la vía hacia Morrorrico.
Eran cerca de las 11:40 p.m. cuando una maniobra resultó fatal para el motociclista. Habría intentado adelantar un tractocamión por el costado derecho, pero a su vez el conductor de la pesada máquina se fue orillando hacia la derecha para darle espacio a otra mula que venía en sentido contrario. No se percató del motorizado y con las llantas traseras se lo ‘llevó’.
El vehículo de carga pesada siguió su camino pero metros más adelante lo detuvieron. El conductor no tenía ni idea de la tragedia que había ocurrido. Eso dijo cuando le preguntaron por el accidente.
A un costado del andén quedó tendido Yheferson, sufrió aplastamiento de la cintura para arriba. Cuatro hombres fueron los primeros en acercarse para ver si era alguien del sector, pero estaba irreconocible.
No lo pueden repatriar
Aunque Yheferson tenía seguro de vida, debido al alto costo de su repatriación tendrá que ser sepultado aquí en Colombia. Sus seres queridos tendrán que decirle adiós desde la distancia.
“Se tuvo que comprar esa bendita moto. Todo era para esa moto, se movía a todos lados en esa máquina. Yo le decía que se cuidara, él me decía que estuviera tranquila, que siempre llevaba casco, hasta me mostró dos cascos que había comprado… Era mi hermanito, el chiquito”, expresó Helena, rompiendo en llanto.