El feliz momento se dañó en el instante en que la niña se inclinó sobre el tazón y sus cabellos rápidamente fueron arrancados por la potente máquina.
«Mi madre y mi hija siempre han horneado juntas y siempre ha sido divertido y totalmente seguro”, aseguró la madre de la menor, quien llama a los padres a ser cuidadosos con los niños en la cocina.