Se trata del bibliobús que diseñó el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, Imct, de la Alcaldía de Bucaramanga, el cual expande la oferta bibliográfica de la ‘Gabriel Turbay’ en los sectores más recónditos de la ciudad.
Este didáctico vehículo es, sin duda, el servicio bibliotecario más popular y el más conocido por personas de todas las edades en nuestro municipio. Solo con desplazarse visiblemente por los barrios y las veredas, esta estrategia hace más por la difusión de los hábitos de la lectura que muchas campañas de animación.
Se estima que, gracias a este medio, se incrementaron los niveles y el interés de lectura entre los estudiantes. Según la última encuesta sobre consumo de lectura publicada por el DANE y el Programa ‘Cómo Vamos’, los niños entre 8 y 12 años ya leen en promedio al año 2,8 libros, por citar solo una estadística.
Y es que el bibliobús, que llega a donde los usuarios lo soliciten, busca aquellos sitios donde se da una gran concentración de gente, como los barrios de Ciudad Norte. Justo en esa comuna los resultados en pro de la lectura han sido maravillosos.
De manera especial, todos los martes el bibliobús llega a los corregimientos y desarrolla la jornada ‘Oraloteca’, que capta las historias de nuestros labriegos.
Para Heidi Hernández, coordinadora del Programa LEO, “esta iniciativa busca crear una gran biblioteca a través de la narración oral”.
A partir de diferentes dinámicas de trabajo, el equipo del Programa ‘LEO’ propone actividades conjuntas a desarrollar mientras las historias de los participantes son grabadas para luego convertirlas en un libro audible y asequible a la comunidad.
“Se han encontrado diversos relatos, desde la vida cuando aún transitaba el tren hasta los de las ánimas y sus mágicas persecuciones”, explica Hernández, al tiempo que recuerda que este proyecto fue ganador del Premio Nacional de Bibliotecas Públicas ‘Daniel Samper Ortega’ en 2020.
El año pasado, con el bibliobús también nacieron los ‘Diarios desde adentro’, en los que se recopilaron las anécdotas, las experiencias y los sentimientos vividos por los bumangueses durante la etapa del confinamiento.
Por otro lado, el Bibliobús traza diversas paradas específicas de lectura, las cuales se complementan con las bibliotecas satélites y diversos programas de extensión del Imct que promueven la lectura, la escritura y la oralidad.
“Los más pequeños pueden divertirse con tradicionales talleres, tales como: Rin Rin Narrador, la Ludoteca en Casa y el Cómic”, precisa.
Según Néstor Rueda Gómez, director del Imct, “con iniciativas como ésta, que partió de la ilusión por aumentar los índices de lectura en Bucaramanga, se hizo una gran apuesta por hacer la cultura más cercana a todos los ciudadanos”.
