Desde hace 26 años, Gilberto Neira se desempeña como agente de Tránsito de Bucaramanga, trabajo que le ha valido muchas agresiones, entre ellas la ocurrida la mañana de este miércoles cuando realizaba labores contra el transporte informal.
Ocurrió hacia las 11:45 en la carrera 18 entre calle 33 y 34 del centro de la ciudad donde dos hombres quienes manifestaban ser los conductores de una moto que acababan de inmovilizar, lo agredieron con cascos, puños y patadas.
“Estábamos haciendo despeje de transporte informal, despejamos la calle 33 desde la carrera 15 hasta la 18, luego nos metimos por la 18 a despejar, había como 4 o 5 motos estacionadas al costado izquierdo. Hicimos dos comparendos. Mientras llegaban pedí la grúa, pero fueron llegando de a uno los conductores”, manifestó Neira.
Mientras el alférez realizaba los trámites de documentación, según relata, “llegó un hombre y dijo que era el conductor de la moto, le dije que me presentara los documentos. Luego de un local salió un tipo a bravear, a decir que la moto era de él, que se llevaba la moto. Al ver esto me le atravesé, le pedí los documentos y me los dio”.
Según el agente, instantes después llegó una mujer, al parecer pareja de uno de los conductores, a “poner problema”.
“Llegó a gritarnos, le dije, señora, viene a arreglar o complicar las cosas, le pedí que se alejara”.
En ese vaivén de palabras, cuenta el agente, uno de los conductores corrió a la señora y empezó a golpearlo, “se me abalanzó y me dio un cascazo en la cabeza, me tumbó la cámara luego el otro hombre que decía ser el conductor de la moto, me agarró por detrás, me caí al piso y ahí me dieron pata, puño, casco, de todo, como el casco se me salió me pegaron en la frente y la cabeza contra el piso”.
Los golpes le produjeron a Neira un trauma craneoencefálico motivo por el cual fue llevado a la Clínica La Riviera donde un médico lo valoró y ya fue dado de alta.
Ante la agresión, el agente instaurará la denuncia.