Johao Aldair Mantilla León tenía solo 24 años, pero andaba ‘perdido’ en el mundo de la drogadicción. Desde adolescente se habría adentrado en ese laberinto sin salida que solo conduce a la fatalidad. Su mamá habría luchado por salvarlo de esa perdición, hasta lo ingresó a centros de rehabilitación, pero volvía a caer.
Hace dos años encontró en el amor de una mujer la motivación para tratar de mejorar, por él, por sus seres queridos y sobre todo, por sus dos hijos.
Trabajaba con su mamá en una cafetería. Muchos lo distinguían como “el de las arepas, un pela’o camellador, saludable”, contó un piedecuestano.
Pero recayó. Entonces, terminar su relación sentimental lo habría afectado aún más.
“No sé si tenía malas amistades, pero cuando estuvo conmigo trató de cambiar. Las cosas entre nosotros no iban bien y decidimos terminar”, contó la expareja de Johao.
Se mudó al barrio Portal del Valle donde se dio a conocer, no por buenas referencias, “tenía poco de haber llegado aquí. Siempre se le veía ahí por los lados de la cancha metiendo vicio”, contó una habitante del sector.
Y fue en esa misma zona donde Johao encontró su desgracia. Fue asesinado a tiros cuando intentó atracar a unas personas.
¿Cómo ocurrieron
los hechos?
El martes en la noche, Johao rondaba por una cuadra donde hay poca iluminación, al asecho de alguna víctima para atracar. Estaría bajo los efectos del vicio y portaba un cuchillo.
Hasta que pasó un mototaxista a quien Johao intimidó para despojarlo de sus pertenencias; solo que aquel hombre huyó y no se quedó con esas, les pidió ayuda a unos vendedores informales.
Al rato se escucharon varias detonaciones y luego el arranque desenfrenado de una motocicleta.
A Johao lo interceptaron en la calle 23 con carrera 1W. Le dispararon con una escopeta, impactándolo en el cuello.
Agonizó por unos minutos tendido sobre un andén pero no se salvó. Quedó fulminado en ese sector que solía frecuentar.
Ya lo tenían en la mira
Al parecer Johao ya tenía problemas ‘casados’ con dos vigilantes informales conocidos como alias “Costeño” y “Muelas”.
Lo tenían sentenciado porque se la pasaba consumiendo droga en vía pública. Las autoridades indagan sobre el violento crimen. Las cámaras de seguridad que están ubicadas en ese punto no funcionan y los guardias informales no se atrevieron a decir nada.
La única pista que tienen los investigadores es un casco de motocicleta que quedó en la escena del homicidio.