Una vez más, las empresas que representan el gremio del Transporte Público Colectivo, TPC, exponen la difícil situación económica que afrontan por la incontrolable disminución de pasajeros, debido al aumento desmedido del transporte informal en sus diferentes modalidades.
La situación está insostenible, al punto de que cada una ha tenido que empezar a subsidiar la operación a sus propietarios, principalmente en lo que tiene que ver con combustible.
Luis Fernando Sánchez, presidente de Cotrausan, la asociación que integra a las empresas Transcolombia, Cotrander, Unitransa y Transgirón, explicó que “el combustible está saliendo del músculo financiero de las empresas. Hay que tener en cuenta que las empresas no reciben ningún apoyo gubernamental. Todo esto nos ha estado obligando a que cada día paren semanalmente vehículos. El negocio está tan complejo y tan delicado que los conductores han preferido otras actividades y abandonar el trabajo legal”.
En cuentas del presidente de Cotrausan, actualmente, entre las cuatro empresas, se mantienen 200 vehículos menos entre la flota activa porque no es posible financiar su salida a ruta. Sin embargo, es una cifra que tiene altas probabilidades de seguir incrementando si no se tienen resultados pronto por parte de los compromisos establecidos con las autoridades.
Empresarios del Transporte Público Colectivo afirman que hay cerca de 60 mil motocicletas dedicadas al transporte informal, así como unos 20 mi vehículos.