Como muchos lo esperaban, la descabellada idea de James Sakara, de 22 años, pastor de la iglesia Sion, terminó en tragedia.
Sakara convenció a los fieles de que podía resucitar, como lo hizo Jesús según la creencia católica, después de 3 días de ser enterrado y, aunque muchos se negaron, tres miembros de su comunidad lo ayudaron a llevar a cabo su idea.
Así que entre varios, cavaron un hoyo poco profundo, lo ataron de manos y lo enterraron vivo.
Sin embargo, pasadas 72 horas, cuando miembros de la iglesia fueron a ver qué había sucedido con el pastor, lo encontraron muerto.
De inmediato, intentaron realizar una serie de «rituales espirituales» para devolverle la vida, pero fue en vano: murió asfixiado.
Un canal local registró toda la insólita idea de este hombre que aseguraba que resucitaría como lo hizo Jesús.