De un disparo en la cabeza, Marlon Jackson Rey acabó con su vida ayer en la mañana, en el sector de Tres Esquinas del asentamiento humano Villas de Girardot de Bucaramanga.
Vivía en el Girardot, pero al parecer frecuentaba mucho la zona contigua donde residía una amiga, la misma que muy temprano le brindó posada. Marlon llegaba a la casa 184 a descansar de manera frecuente.
Hacia las 7:30 de la mañana tocó la puerta. Iría bajo los efectos de algún alucinógeno y como de costumbre, aquella mujer lo dejó entrar. Le pidió que fuera a la tienda a comprar ‘algo’ para el almuerzo y ella salió. Fue la última vez que lo vio con vida.
Cuando hacía el mercado se escuchó la detonación. Los vecinos se alarmaron, pero ella continuó con sus labores. Regresó a su casa y encontró la espeluznante escena.
Marlon Jackson, de 38 años, estaba tendido en la cama, bañado en sangre, con un arma en su mano. Ya estaba muerto.
Impotente y sin saber qué hacer, la mujer salió a pedir auxilio a gritos. De inmediato reportaron el caso y la manzana 5 de Villas de Girardot se llenó de curiosos.
En la cuadra dicen que Rey habría tomado esta fatal decisión por un problema pasional; sin embargo, esa versión no ha sido confirmada.
Lo perseguía un delito
Marlon Jackson tendría ‘pecados’ pasados. Al parecer, lo habrían detenido el año pasado, señalado por tentativa de feminicidio agravado, luego de apuñalar a su excompañera sentimental.
El atroz ataque se registró en la madrugada del 9 febrero de 2020, cuando este sujeto renuente a terminar su relación sorprendió a la mujer con un cuchillo en la esquina de su casa, en el barrio Santander.
Días atrás ella había decidido ponerle fin, precisamente, cansada del constante maltrato. Dos años duraron de novios.
Pero le asestó 8 puñaladas: tres en la cabeza, otras tres en la espalda y dos más en un brazo.
No se detenía, dicen que seguía con intenciones de matarla, pero por fortuna logró refugiarse en su vivienda.
Al ver esto, al agresor no le quedó otra opción que darse la huida en su motocicleta. Las lesiones que ella sufrió la dejaron en estado crítico en el Hospital Universitario de Santander, HUS. Sin embargo, se recuperó con éxito.
En vista de que el hombre seguía acosando a su expareja con las peores intenciones, quince días después fue capturado en el barrio Girardot, donde residía.
Estuvo varios meses en la cárcel a la espera de una audiencia, pero en vista de que no se realizó, se vencieron los términos y quedó libre.
