Colombia, por cuenta de la pandemia, sumó 500.000 personas nuevas en 2020 a sus estadísticas de habitantes con algún tipo de padecimiento relacionado con el hambre. Eso se traduce en que se llegó a 4,4 millones de colombianos que cerraron ese año en alguna de estas condiciones: no comieron durante el día ya sea porque no tuvieron dinero para adquirir alimentos o los que tenían debieron cederlos a otro miembro de su núcleo familiar.
Así se advierte en un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao), el cual fue finalizado hace un mes y que solo se conoció hasta este viernes. En él, además, se precisa que para 2019 eran 3,9 millones las personas en esta situación en Colombia.
Pero el país no es el único que resultó golpeado en este ítem por la pandemia. En efecto, en todo el mundo se calcula que entre 720 y 811 millones de personas padecieron alguno de los problemas antes mencionados producto del hambre.
El Colombiano habló con Israel Ríos, oficial de Nutrición de la (Fao), quien señaló que “una situación como estas no tiene precedentes desde hace 15 años en el mundo”.
De hecho, tanto Ríos como el documento oficial coinciden en que el objetivo global de llegar a un índice de hambre cero en el 2030, planteado por los países miembros de la ONU, ya no se podrá cumplir.
“El número de personas (con hambre) en todos los países de América Latina y el Caribe ha aumentado: son 60’000.000 actualmente en esta situación. En un año, de 2019 a 2020, se incrementaron en 14’000.000 de personas”, precisó el oficial de la ONU.
¿Cuál es la razón de esto? Según Ríos, la pandemia, el desempleo y los ceses en distintas actividades golpearon no solo la subalimentación (nombre técnico del hambre), sino también la seguridad alimentaria. Eso se dio, especialmente, en África y en América Latina. En todo caso, explicó que se trazó una hoja de ruta para que cada gobierno mitigue los efectos que esto trae.
Por ejemplo, el gobierno colombiano trabaja en frentes como la Red de Seguridad Alimentaria, que para lo que queda de este 2021 atenderá a 136.000 hogares vulnerables en su seguridad alimentaria. Su directora, Susana Correa, explicó que en otro modelo se proveerán “unidades productivas de autoconsumo y actividades sobre prácticas de alimentación saludables, de higiene y de consumo de alimentos”.
Para la doctora en Agroecología, Martha Suárez, para que las prácticas en beneficio de la gente se sigan dando se necesita de más trabajo en equipo.
Inseguridad alimentaria
En este frente se habla de personas que tienen dificultades para acceder a alimentos por falta de dinero, y para 2021 la Fao no tiene cifras actuales de Colombia. Según Ríos, esto pasa cuando no se llega a algún acuerdo con los gobiernos. Pero dijo que se prevé que aumentó de acuerdo con la estadística regional y global, que en sus niveles moderados y graves suman un total de 360 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria.
Por eso, Ríos fue enfático en que los nueve años que quedan son cruciales para que cada país adopte las prácticas suficientes para intentar tener, al menos, solo un índice de hambre del 5 %, un objetivo clave cuando la misma ONU calcula que en la región hay 60 millones de personas con inseguridad alimentaria y algún nivel de pobreza.
