Si hay algo importante en el entorno escolar, es el buen ejemplo. Pero cuando este pilar no se cumple, se deben ejecutar acciones para que se hagan realidad. Por ello, líderes de la comuna 4 de Bucaramanga decidieron unirse para que los niños y niñas que estudian en el Instituto Salesiano y la sede B, Domingo Savio, inicien sus jornadas de clase con el entorno adecuado y seguro.
Hay desorden.
La iniciativa surge luego de denuncias realizadas por habitantes del barrio Girardot, en donde manifiestan que desde hace varias semanas han estado presentando desórdenes en la carrera 11 entre 28 y Quebrada seca, específicamente en la cuadra que separa a las dos instituciones educativas.
Orlando Capacho, edil de la comuna 4, precisó que “esta cuadra se la han tomado los indigentes, los consumidores de vicio, los recicladores y los que queman cobre. Días atrás tuve un llamado de atención porque habían niños haciendo fila en el colegio y junto a ellos estaban los consumidores. ¿Qué ejemplo es esto para ellos?”, dijo el líder comunal.
Falta de cultura
Adicional a lo anterior, hay una fuerte inconformidad por el mal aspecto que está tomando esta zona, debido a que están convirtiéndola en botadero de cualquier tipo de materiales y ya están excediento los límites.
“Hace días botaron una nevera vieja, escombros de material de construcción, luego casi que un bus desarmado. Ese trasteo requería de una camioneta grande y ya están abusando. Esto ha ocurrido porque junto al colegio hay una compraventa de reciclaje y quienes allí trabajan no hacen controles para que no se presenten más problemas de este tipo”, añadió Capacho.
Por tal razón, hace un llamado a los ciudadanos para que no usen esta zona de botadero y cuiden el entorno. Por otra parte, como comunidad piden a quienes laboran con el tema del reciclaje, que no invadan esta zona y den un mejor ejemplo a los menores que en pocos días entrarán nuevamente a las aulas. “Los niños no pueden volver a clases en un sector lleno de indigentes, inseguridad y basura”, finalizó el edil.
