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Una reunión del ‘parche’ de amigos terminó en tragedia en Lebrija

Luis Fernando Gualdrón, quien conducía el Mazda, resultó ileso. Autoridades de tránsito le realizaron la prueba de alcoholemia que dio como resultado grado cero, lo que significa que se habría tomado una cerveza.

Lebrija no sale de la conmoción. Las imágenes de dos jóvenes exánimes y una mujer quejándose por las heridas, en el asiento trasero de un automóvil que terminó atravesado por una baranda de seguridad en la carretera, eran inenarrables, indescriptibles.

José Esteban Herrera Prada, de 22 años y Henry Ferney Delgado Ardila, de 21 sucumbieron con el impacto.

La hoja metálica que evita que los carros sigan derecho en una curva del sector La Ladrillera, atravesó como una daga el Mazda color plata, de placas MNR-98, en el que se movilizaban seis jóvenes.

Henry, quien iba como copiloto, y José en el asiento de atrás del costado derecho, quedaron aprisionados por el metal.

Casi al instante en que ocurrió el impacto brutal, decenas de personas (viajeros y residentes de la zona) corrieron hacia el vehículo, pero con impotencia vieron que poco o nada se podía hacer por dos de los ocupantes. Solo pudieron sujetarle las manos a una de tres jóvenes que sangraba y suplicaba por ayuda. Ella y otras dos así como Luis Fernando Gualdrón Ruiz, quien iba al mando del carro, se salvaron de la fatalidad.

Un ‘parche’ de amigos

Después de compartir una tarde con amigos, al parecer, consumiendo bebidas alcohólicas, se subieron al carro. Se presume que irían a comprar cervezas.

Pero Gualdrón perdió el control del vehículo en aquella curva. No alcanzó a maniobrar para esquivar el guardavías. Lo chocaron de frente.

“Qué impresión cuando vi ese riel atravesado; esos muchachos ahí… dicen que un motociclista ocasionó el accidente pero no lo aseguro. Yo llegué cuando ya estaba la fila de carros por lado y lado”, contó un testigo consternado.

Sueños truncados…

“Con manos temblorosas y un gran dolor lamento la partida de otro hijo de nuestro pueblo”, expresó una lebrijense por el deceso de Esteban Herrera. Su sueño era convertirse en un gran Chef. “Le gustaba bailar y era un aficionado del fútbol”, contó una allegada.

Y Henry, era el único varón de cuatro hijos. Vivía con su mamá y dos de sus hermanas en la vereda Portugal.

“Era juicioso. Trabajamos juntos hace tiempo en una carnicería. Estaba desempleado pero había conseguido algo”, contó un amigo.

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