David Andrés González ha trabajado 20 de sus 32 años como mecánico y latonero automotriz. Aprendió este arte de manos de su padre, quien tenía un taller y también se dedicaba a reparar automotores.
González narró que “cuando salía del colegio iba al taller de mi papá y me metí en el cuento. Mi mamá me insistió en que aprendiera algo aparte de lo que estudiaba porque eso algún día me iba a servir”.
Este hombre fue ayudante de mecánica, de latonero, de la parte eléctrica de un carro y poco a poco se fue empapando de todo lo que comprende y cómo funciona cada pieza de un carro.
David se siente orgulloso de afirmar que “hoy en día puedo decir que puedo hacer cualquier arreglo o modificación en un carro, no importa la marca. Tengo la capacidad y la experiencia para poder realizar cualquier tipo de trabajo”.
El sueño de este mecánico es tener un lugar más grande en el que pueda emplear a varias personas y darle también oportunidad a gente joven.