Se despidió de sus abuelos; les dijo que volvía temprano, pero pasaron las horas y no llegó a dormir.
La preocupación sumió en el desespero a los abuelos, pues ellos eran quienes veían de él.
Decidieron pedirle ayuda a la comunidad y por redes sociales publicaron una fotografía de “Chivín” -como lo conocían en el pueblo- para ver si alguien tenía noticias de su paradero.
Pasó otro largo día de incertidumbre, hasta que el lunes en la mañana los pescadores de la vereda Terraplén quedaron horrorizados cuando vieron que no había peces en el trasmallo sino el el cuerpo de un hombre atrapado.
De inmediato les avisaron a los familiares de “Chivín”. Desconsolados, confirmaron que era él.
El CTI de la Fiscalía realizó el levantamiento pero debido al alto estado de descomposición en que se encontraba el cadáver, tuvieron que trasladarlo a Medicina Legal en Bucaramanga.
Experto forenses determinarán cuáles fueron las causas de su muerte.
Su familia espera recibir pronto el cuerpo para darle cristiana sepultura. Brayner era el segundo de cinco hijos.