El jefe de la delegación del CICR en Colombia, Lorenzo Caraffi, detalló que 156 de las víctimas son civiles (59 %) y 107 son combatientes tanto de la fuerza pública como de grupos armados.
«La presencia de artefactos explosivos continúa generando graves consecuencias humanitarias en distintos territorios del país. En el primer semestre de 2021 registramos 263 víctimas de artefactos explosivos lo que representa el 67 % del total de las víctimas que registramos en 2020», dijo Caraffi.
Los accidentes con artefactos explosivos -que incluyen minas antipersonal, restos explosivos de guerra, artefactos de detonación controlada y explosivos lanzados- ocurrieron en 10 de los 32 departamentos del país.
«Dos departamentos, Cauca (suroeste) y Norte de Santander (fronterizo con Venezuela) concentraron el 71 % de las víctimas registradas», detalló Caraffi.
El CICR mostró su preocupación por «la profundización de este fenómeno y la dura realidad que tienen que vivir las comunidades» puesto que seis de cada diez víctimas son civiles.
A las víctimas de artefactos explosivos les cambia por «siempre la vida de las personas. Los que superviven tienen que vivir con las consecuencias psicológicas y físicas a lo largo de su vida».
En el primer semestre de 2020 el CICR documentó que 181 personas (126 civiles y 55 combatientes) resultaron afectadas por diferentes artefactos explosivos, una cifra que subió a 389 en todo el año pasado.
Los «accidentes con artefactos explosivos» ocurrieron en 14 departamentos del país, de los cuales Antioquia, Norte de Santander, Nariño y Cauca fueron los más afectados con el 78 % de las víctimas.