Desde el trayecto y el paisaje al ingresar, se puede notar la difícil situación por la que pasa Hacienda Río de Oro, un sector extremadamente vulnerable de Girón que pide ‘a gritos’ atención para suplir todas las necesidades básicas requeridas por una comunidad.
Para empezar, no son siquiera un sector un visible. Están ubicados a centenares de metros después de un puente vehicular, que da la impresión de caer en cualquier momento y que no resiste un vehículo de carga pesada.
Allí se encuentran con viviendas elaboradas en tablas y otros elementos endebles. Aunque también con el paso del tiempo muchos han logrado construir con materiales como cemento o ladrillo. Sin embargo, sienten que no evolucionarán pronto si no reciben la atención de los gobiernos de turno.
Aunque su comunidad es unida y lucha por conseguir lo requerido para vivir dignamente, sienten que sus esfuerzos han sido en vano y que no son escuchados.
Giovanny Beltrán Quintero, presidente de la Junta de Acción Comunal, detalló su situación.
“¿Necesidades? Tenemos muchas. El alumbrado público, un sistema de seguridad, la pavimentación de las vías, acueducto, alcantarillado, una escuela para los niños y el arreglo a nuestros dos puentes (peatonal y vehicular), los únicos por los que se puede ingresar y salir del barrio”, dijo Beltrán.
Estos accesos están en muy malas condiciones. El peatonal es conocido como “la hamaca”, constantemente debe ser arreglado por la comunidad y algunas personas se han visto a punto de caer al río.
Inseguros
Respecto al tema de las luminarias públicas, el líder comunal afirmó que “aquí todo queda oscuro y siempre estamos en peligro. Esto se volvió un ‘atracadero’ a mano armada, hemos tenido personas apuñaladas y nos traen motos robadas del norte de Bucaramanga. Es urgente recibir atención”, añadió.
El agua
Hacienda Río de Oro no cuenta con acueducto. Para llevar el agua a sus viviendas, deben caminar hasta un aljibe cercano. O en otros casos, cuando el camión de Bomberos llega al lugar, deben cruzar el puente vehicular ya que el carrotanque no puede cruzar por su peso.
“Ya le pedimos a la administración que nos ayuden a tener agua, pero nos dicen que no tienen el presupuesto para meter pila pública. Incluso tenemos una Tutela ganada pero ahí seguimos esperando”, precisó Beltrán Quintero.
A pesar de sus necesidades, los mantiene unidos la esperanza de crecer y evolucionar. Saben que no pueden rendirse si quieren salir adelante y continúan luchando para ser escuchados.
