El 1 de enero de 2025, los pescadores Jhonny Geles, de 30 años, y Alejandro Torrealba Silva, de 26 años, fueron reportados como desaparecidos en el mar tras salir desde Cartagena hacia las Islas del Rosario. Durante su travesía, el motor de su lancha falló, dejándolos a la deriva. A pesar de los esfuerzos de las autoridades colombianas por encontrarlos, no lograron ubicar su paradero, lo que generó una gran preocupación entre sus familias.
La situación de angustia fue especialmente devastadora para la madre de Jhonny, Antonia Geles, quien durante los 12 días de incertidumbre se mantuvo en constante desesperación. La marea, que arrastró la lancha hacia las costas panameñas, fue la causa de su desplazamiento hacia aguas internacionales. En medio de la incertidumbre, la familia se aferraba a la esperanza, pero no recibieron noticias hasta que, finalmente, un milagro ocurrió: los dos pescadores fueron rescatados con vida por la Guardia Costera de Panamá.
La madre de Jhonny expresó su alivio y gratitud al recibir la noticia del rescate, destacando la sorpresa y emoción al saber que su hijo y su amigo habían sobrevivido. “No tengo palabras para describir este milagro. Gracias a Dios por la bendición de tenerlos de vuelta”, afirmó en una entrevista con RCN radio, compartiendo la gran alegría que sintió junto con el resto de la familia. La angustia de los días previos fue reemplazada por una inmensa gratitud por la vida de los dos jóvenes.
El relato de los sobrevivientes reveló las extremas condiciones que tuvieron que enfrentar para mantenerse con vida. Sin agua potable, los pescadores sobrevivieron comiendo peces crudos y algas marinas. Ante la deshidratación, recurrieron incluso a beber su propia orina para evitar morir por falta de líquido. Estas duras circunstancias pusieron a prueba su resistencia física y emocional, pero, finalmente, su conocimiento de la pesca y su determinación les permitió resistir.
En las últimas horas, las autoridades panameñas realizaron una videollamada a la familia de los rescatados, confirmando su estado de salud. Aunque muy deshidratados y con algunas quemaduras solares, los pescadores estaban vivos. Jhonny y Alejandro fueron trasladados a un centro médico para recibir atención por desnutrición y deshidratación.