El último adiós a una madre terminó convertido en otra tragedia para su familia. El hecho ocurrió en el municipio de San Luis, Antioquia, el pasado fin de semana, al final de un emotivo viaje familiar desde Medellín hasta ese municipio del oriente del departamento.
La familia había viajado hasta allí con el fin de esparcir las cenizas de su pariente fallecida. Ya de regreso a la ciudad, el hijo de la mujer fallecida, un menor de 15 años, pidió permiso para nadar un rato en la quebrada La Tebaida. Pero segundos después de sumergirse, el menor se perdió de la vista de sus familiares, pues no sabía nadar y se ahogó en cuestión de segundos en el charco.
La familia alcanzó a solicitar el auxilio de los bomberos, que llegaron al sitio, ubicaron al menor pero al sacarlo lo encontraron ya sin signos vitales. El cadáver del menor fue trasladado a la morgue del municipio, donde fue reclamado este lunes por sus familiares, que ahora lloran por la doble pérdida.
Los organismos de emergencia recordaron que el Oriente antioqueño es la subregión en la que se presentan los mayores casos de ahogamiento, principalmente por la impericia de las personas que ingresan a las quebradas y charcos sin conocer realmente los riesgos o las características de los mismos.
Si bien los ríos y quebradas del Oriente son ampliamente apetecidos por su belleza para actividades turísticas y de ocio, las autoridades recordaron que hacen parte de afluentes cuyas características no son propiamente aptas para todo tipo de personas, como niños. Algunas zonas turísticas tienen charcos que, aunque no lo parecen, son bastante profundos o tienen formaciones rocosas que pueden ocasionar accidentes graves.
Además, otro factor de riesgo es la temporada de lluvias que aumenta el riesgo de crecientes súbitas y avenidas torrenciales.