Desde este lunes se pusieron en marcha labores de investigación para establecer qué ocurrió con el Parque Contemplativo El Carrasco, un proyecto que se ejecutó con cerca de $4.411 millones de inversión y que desde hace casi dos años permanece bajo llave, sin que la comunidad lo pueda disfrutar.
Luego de la publicación realizada por Vanguardia en pasados días y en la cual se advirtió el nacimiento de este nuevo ‘elefante blanco’, la Contraloría de Bucaramanga anunció ayer la apertura oficial de una indagación preliminar.
De acuerdo con las denuncias presentadas por este medio, hasta la fecha el Parque El Carrasco no se ha podido abrir debido a la falta de avales por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla.
Es importante informar que este escenario en cuestión se construyó al interior de dicho relleno sanitario, sobre antiguas celdas en las que se dispusieron residuos hace varias décadas.
La Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, responsable de administrar el sitio de disposición final El Carrasco, a través de su Gerencia señaló que la entidad responsable de ejecutar dichas obras fue el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB.
Según lo precisado a Vanguardia, el AMB tenía la función de tramitar los permisos necesarios para dar apertura de forma oportuna a este escenario, que desde 2019 se deteriora ante el impacto del clima y sin ser inaugurado.
La Contraloría Municipal precisó que puso en marcha esta indagación “con el fin de determinar la competencia del órgano fiscalizador, la ocurrencia de conducta susceptible de reproche fiscal, la posible afectación al patrimonio fiscal, determinar la entidad afectada e identificar a los servidores públicos y a los particulares que hayan podido causar detrimento o intervenido o contribuido a él por la inversión de recursos públicos en el Parque Contemplativo El Carrasco”.
Hablamos de un escenario cuya extensión supera los 36 mil metros cuadrados, con seis canchas para diferentes deportes, dos de ellas sintéticas, dos más de arenilla y las dos restantes de asfalto. También tiene juegos infantiles, gimnasio al aire libre, plazoletas, miradores, senderos, entre otros espacios.
Más allá del posible deterioro que pueda existir en la dotación de este parque que no ha sido usado, lo que más preocupación e indignación genera es que cabe la posibilidad de que varios de sus componentes no se puedan utilizar o que incluso se restrinja por completo el acceso del público.
En pasados días desde la Emab se aseguró que “vamos a precisar qué se necesita para poder abrir el escenario, si se deben quitar las canchas, por ejemplo. Queremos que nos precisen qué nos hace falta o qué ajustes se requieren para poner el parque en servicio de la comunidad”.
Conforme con lo explicado por la Empresa de Aseo de Bucaramanga, en estos momentos se adelantan varios estudios que serán presentados ante la Anla, autoridad que definirá si es seguro o no el uso de este parque.
Además de constatar la estabilidad del terreno en el cual se ejecutaron las obras, también se deben descartar riesgos contra la salud humana a raíz, por ejemplo, de los gases propios del relleno sanitario.
Los $4.411 millones de inversión
Es preciso informar que las obras para la construcción de dicho parque en el Carrasco se adjudicaron por parte del AMB en 2018.
Vanguardia trató de obtener un pronunciamiento oficial por parte del Área Metropolitana de Bucaramanga, pero hasta el cierre de la presente edición no hubo ninguna respuesta.
De acuerdo con los datos oficiales, en la construcción de este escenario se invirtieron cerca de $2.954 millones. Posteriormente se hizo otra inversión de $1.457 millones aproximadamente, para instalar un sistema de alumbrado que se abastece con energía solar.
