Pedro Pablo Díaz Ruiz, de 35 años, era estimado en Mogotes, siempre se caracterizó por ser trabajador, entregado a su familia; un ser muy noble.
Durante ocho años hizo parte del grupo “Matachines” del pueblo. Cada diciembre realizaban actividades de celebración y entretenimiento para las fiestas de fin de año.
Vivía en la vereda Cuchiquira con su esposa y sus dos hijos menores. Pedro estaba entusiasmado, hace poco había comprado un lote para construir su casa propia. Trabajó toda su vida labrando el campo y ahorrando cada peso para su proyecto de vida.
“Le gustaba tomarse sus tragos pero sabía manejar su moto. Quien sabe si estaba con sus cervezas encima pero yo no creo, es como si un carro lo hubiera sacado de la vía”, comentó un amigo de Pedro, desconcertado y afligido al enterarse de su súbita partida.
¿Qué ocurrió?
El domingo hacia las 5:16 de la tarde cuando Pedro emprendía camino a bordo de su Pulsar 180 con placa IEQ-10B desde San Gil hacia el pueblo, perdió el control de la máquina, se desestabilizó, se salió de la vía y cayó a una quebrada.
La existencia de Pedro quedó fulminada al impactar contra las piedras. Sufrió múltiples traumas.
Durante tres horas permaneció en el afluente hasta que llegaron hombres del CTI de la Fiscalía y Bomberos para realizar el levantamiento y la extracción de la máquina.
Las causas del siniestro son materia de investigación por parte de las autoridades; se desconoce si Pedro conducía en estado de embriaguez.
El hecho causó consternación en Mogotes. Familiares y allegados están desconsolados con la tragedia, nunca se supo que Pedro hubiera sufrido un accidente en motocicleta y algunos hasta aseguran que esa curva del kilómetro 20 “ es peligrosa”.
“El compañero matachín era muy servicial, él y sus hermanos siempre trabajaron en oficios de agricultura”, comentó un allegado.