Marlon Ruíz, un hombre de 39 años que lleva más de media vida ganándose el dinero para mantener a su familia, nunca imaginó que una de las calles que siempre había recorrido desde hace 22 años, después de salir del trabajo para dirigirse a su hogar, sería el lugar donde un hombre —que resultó ser su vecino—, tras robarle todo el sueldo ganado con el sudor de su frente, lo atacaría junto con otros cuatro sujetos, propinándole varias puñaladas que por poco le quitan la vida.
Los violentos hechos se presentaron el pasado domingo a las 7:00 a.m., en vía pública, frente a la puerta 8 de Corabastos, sitio donde Marlon trabaja actualmente como manipulador de alimentos, en la diagonal 38 Sur con transversal 81D, después de que la víctima terminara su turno de trabajo que empieza a las 2:00 a.m.
“Yo ese día había salido de trabajar y me fui por el camino que siempre cogía. El tipo que me robó el celular y otras pertenencias que tenía en ese momento estaba tomado y, la verdad, se veía muy alterado. Ese tipo no se había dado cuenta de que era vecino mío, al parecer. Luego me fui a la casa y cuando vi al tipo que me robó cerca de la casa, salí de mi residencia para desayunar y evitar cualquier problema, pero todo fue peor, porque ese sujeto llegó con otros cuatro tipos, rompieron la puerta de mi casa y se metieron a robar. Yo llevo casi toda mi vida trabajando en Corabastos, como cotero, como pelador de papa, de acomodador de bodegas, todo esto para intentar salir adelante y ver si le compraba una casa a mis chinitos, y me robaron todo el fruto de mi trabajo, todo me lo robaron”, relató Marlon Ruíz.
Al ver cómo estos sujetos habían entrado a su residencia, dejándolo casi sin ninguna posesión, Marlon decidió hablar con el hombre que lo había robado ya en dos ocasiones, para intentar dialogar y entender por qué había hecho esto. Se dirigió al lugar donde su agresor lo había robado, frente a la puerta ocho de Corabastos.
“Cuando llegué a hablar donde ese tipo trabaja, él se me tiró de una con los otros cuatro muchachos con los que estaba. Fue un ataque furtivo, porque no pude hacer nada. Entre todos me metieron varias puñaladas en el pecho y la espalda. Hasta ahora he podido recuperarme bien, pero la verdad me toca volver a trabajar allá. Ese es mi sustento, y no sé en qué más trabajar. Me da más miedo que mi hijo empiece a faltar a la escuela, que no pueda tener sus libros. Por eso quiero denunciar, para que capturen a estos tipos y hagan algo, porque allá uno se siente inseguro. Los policías de ese sitio voltean a mirar a otro lado”, concluyó el hombre agredido.
Marlon, quien se recupera de este ataque en el Hospital de Fontibón, espera a salir de este centro asistencial, para poner la denuncia ante Fiscalía por estos brutales hecho propinados, por el grupo de sujetos que viven en el lugar en que hasta hace poco este trabajador hombre llamaba hogar, puesto que debido a estos hechos Marlon decidió dejar lo poco que no re robaron este grupo de hombres para salvaguardar su vida, mientras intenta seguir adelante y que las autoridades escuchen su denuncia para que esto no quede impune.
Clamor de justicia
“Nosotros dejamos la denuncia en la Policía, pero la verdad, tenemos miedo porque los tipos que lo agredieron son unos venezolanos, a mi hermano le pagan a la semana y cuando lo agredieron no solo le quitaron su sueldo, sino que esos tipos lo agredieron brutalmente, le quitaron hasta los zapatos y lo dejaron sin ropa, por eso no queremos que esto quede impune, queremos que la Policía investigue a estos tipos”, relató Edgar Chávez Sarmiento, el hermano del hombre robado y atacado.