Más de siete años después del doloroso accidente de tránsito en el que un tractocamión sin frenos chocó contra múltiples vehículos y acabó con la vida de cinco personas en la entrada al municipio de San Gil, Santander, se conoció la condena al conductor del vehículo de carga responsable de este siniestro vial.
A esta persona, identificada como Iván Jairo Lote Aguillón, le fue impuesta una pena de 50 meses y 12 días de prisión (más de cuatro años) tras un proceso judicial en el que le imputaron cargos por el delito de homicidio culposo en concurso heterogéneo con lesiones personales.
Q’hubo conoció que el pasado 8 de agosto el procesado fue capturado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, y uniformados de la Policía en las instalaciones de la Fiscalía en San Gil, ubicadas en la calle 9 con carrera 9.
“En enero de 2017, el hoy capturado, conductor de un tractocamión, tomó el descenso de ingreso al municipio de San Gil, al parecer, con gran velocidad y el sistema de frenos le falló, generando varios choques a vehículos produciéndose la muerte de cinco personas y otras más lesionadas”, se lee en el reporte del arresto.
Lote Aguillón, oriundo de Bogotá, quedó a disposición de la Fiscalía Séptima Seccional San Gil para empezar a purgar su pena.
¿Por qué 50 meses de prisión?
William Figueroa, abogado penalista, explicó a esta redacción que la condena en mención se encuentra dentro de un rango normal al tratarse de un proceso por homicidio culposo, más no por homicidio doloso.
“Los homicidios culposos de accidente de tránsito, mientras no se demuestre el dolo, las penas no son altas. En este caso se parte de 32 meses y a este le aumentan un tanto más por cada persona fallecida. Por eso suma hasta 50 meses. Esto está dentro del rango de lo normal en accidentes de tránsito. Ahora, cuando hay omisión de socorro, también es casi que un agravante a veces también, pero en este caso se trató precisamente de un homicidio culposo en un accidente de tránsito”, dijo.
Así fue el trágico accidente
El fatal accidente de tránsito, que enlutó a Santander y planteó la necesidad de la construcción de la variante, se presentó a las 8:00 a.m. del 5 de enero de 2017, hora en la que los comerciantes del sector apenas estaban abriendo las puertas de sus establecimientos y había poco flujo de turistas, lo que evitó que la tragedia fuera aún mayor.
Autoridades indicaron en su momento que tractocamión, que había salido cargado con 26 toneladas de arena desde La Mesa de Los Santos hasta El Socorro, perdió los frenos en el sitio conocido como ‘Monumento del Agua’, en la entrada de San Gil.
En el descontrolado descenso, de aproximadamente 500 metros, el tractocamión chocó contra diez vehículos y siete motocicletas y finalmente se estrelló contra las fachadas de un hotel, una empresa de turismo y un taller.
Tras el fuerte impacto, decenas de personas llegaron al lugar para tratar de ayudar a los heridos, los cuales quedaron tendidos en la orilla de la carretera y dentro de los vehículos que fueron impactados.
El hecho dejó como saldo cinco personas fallecidas y varios heridos. Los fallecidos fueron Dubán Felipe Vargas, quien se movilizaba en una motocicleta; Rubén Gutiérrez, guía de deportes de aventura; Yesenia Santos Muñoz, de 34 años; y otras dos personas más.
En aquel momento, el director de Tránsito de la Policía Nacional, general Ramiro Castrillón, señaló que “en este caso se pudo verificar que el conductor tuvo exceso de acción sobre los frenos, se produjo la pérdida de control del vehículo y de los frenos y tuvo este fatal desenlace”.
Castrillón Lara indicó que este tipo de fallas por recalentamiento de las llantas ocurre por la mala utilización de los frenos, “las pastillas se recalientan dependiendo de la intensidad en que se mantenga el freno pulsado. En este caso se debe disminuir la velocidad con la caja de cambios y los frenos”.
Este siniestro vial ha sido catalogado como uno de los más graves de la historia reciente de este municipio, generando desde entonces la urgente necesidad de la construcción de la variante, que en pleno 2024 se encuentra en el limbo, a mitad de la ejecución y sin los recursos garantizados.
