Dicen que los sueños están al alcance de quienes se atreven a luchar por ellos, razón suficiente para que Antonio Gómez Ortiz, quien junto a su ‘caballito de acero’ se ha consolidado como uno de los mejores corredores de Colombia en la categoría júnior de ciclomontañismo, siga levantándose y sobreponiéndose ante las adversidades.
Así lo ha demostrado en el transcurso de este año, en el que comenzó con mucho optimismo su temporada tras confirmar su presencia en el equipo español ‘Bizikleta’, pero con el paso de las semanas y tras distintas dificultades, se vio obligado a abandonar sus objetivos con el elenco europeo y volver al país ‘cafetero’.
Sin embargo, con esa mentalidad de querer demostrar que no está mal pasar por un momento negativo si se tiene la valentía suficiente para continuar, Ortiz, quien es hermano del reconocido navegante Simón Gómez Ortiz, logró prepararse en cuatro semanas, para afrontar sus próximos retos deportivos.
Su gran meta estaba clara, volver a triunfar, así como lo hizo en el transcurso del 2023, cuando se llevó distintos reconocimientos de competencias nacionales e internacionales como el Tropical Challenge de MTB en Salinas, Puerto Rico.
Con esa sed de triunfo, Ortiz llegó a Ginebra, sede del Campeonato Nacional de MTB, en el que se presentaron los mejores exponentes del cross country olímpico (XCO), short track (XCC), relevos y gimkanas.
Para sorpresa de muchos y con una camiseta en representación de la Liga Santandereana de Ciclismo, Ortiz se quedó con la presea de plata en la prueba cross country olímpico sub-23 y ocupó la quinta posición en el short track élite.
Una alegría, que según su percepción, llegó inmediatamente al reencontrarse con esas sensaciones después de una preparación que le ayudó a recuperar ese nivel de rendimiento para poder competir a la par de los pedalistas más destacados de su modalidad.
Ahora, con el panorama un poco más claro, Ortiz se prepara para unirse al ‘Donovan Racing Team’ de Estados Unidos, elenco que le abrió las puertas y que ha estado al tanto de sus arduos entrenamientos, que incluyen una intensidad horaria semanal de 20 a 25 horas, con segmentos de fuerza y base aeróbica.
En su calendario, la Copa del Mundo que se correrá en Andorra y el Campeonato Mundial que se llevará a cabo en Estados Unidos, son sus prioridades, esas que espera alcanzar, dándole un lugar especial en su vida al dicho: “después de la tormenta, viene la calma”.
