Un hecho de violencia intrafamiliar tiene conmocionados a los habitantes de Fontibón, en Bogotá, donde un hombre atacó con un cuchillo a su hijo, de tan solo cuatro años.
Este terrible caso se presentó el pasado lunes festivo, 1 de julio, en medio de una acalorada discusión que el agresor sostenía con su pareja sentimental y madre del pequeño.
De acuerdo con testigos del hecho, el hombre tomó al niño por la fuerza y comenzó a amenazar con herirlo. Ante los gritos de auxilio de la madre, la comunidad intentó intervenir para que soltara al menor de edad.
Sin embargo, cuando intentaron quitarle el niño, lo agredió con el cuchillo; le propinó una herida en el cuello. Luego, el hombre también se propinó una lesión en la misma parte del cuerpo, según testigos.
“El hombre estaba discutiendo con la mamá y de repente cogió el cuchillo y le cortó el cuello al niño. La comunidad se dio cuenta y de inmediato lo cogieron a golpes”, explicó el mayor Edgar Quintero Álvarez, comandante (e) Estación de Policía Fontibón.
El niño fue auxiliado y trasladado a un centro médico, donde ahora lucha por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, detalló el oficial.
En cuanto la madre “está siendo acompañada por la Policía Nacional con la estrategia púrpura y el menor de edad, con personal de Infancia y Adolescencia, para el restablecimiento de sus derechos”.
Según la jurisdicción colombiana, los niños, niñas y adolescentes son sujetos de especial protección, de hecho, según la Constitución Política de 1991 establece que los derechos de los niños prevalecen sobre los de los demás.
“Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia”, reza el artículo 44 de la carta magna del país.
Es por eso que, según la Constitución, la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger a los niños y por ello, cualquier persona puede solicitar y exigir la protección de los menores de edad.