“El que hierro mata, a hierro muere”. Así, como dice el adagio popular, al parecer le sucedió a León Estiven Molina Tangarife, un hombre asesinado después de un accidente de tránsito en Sopetrán y que era buscado por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía e inteligencia militar, por su presunta participación en el crimen del subteniente del Ejército Nacional Juan Camilo Moreno Foronda.
Y es que los hechos en los que Molina, presunto integrante de una estructura criminal que delinque en el nororiente de Medellín, perdió la vida sucedieron el 3 de mayo en inmediaciones del puente Real, que comunica a Sopetrán y Santa Fe de Antioquia.
Su muerte
Esa noche León Estiven se vio involucrado en un accidente de tránsito. Un hombre que pasaba por la zona en su camioneta de alta gama se detuvo para auxiliar a los accidentados. De acuerdo con información extraoficial, al parecer Molina Tangarife comenzó una discusión con la persona que pretendía socorrerlo e intentó hurtar su vehículo, pero este reaccionó y le disparó.
Al parecer, León se encontraba armado, puesto que en un video conocido por Q’HUBO, luego de la balacera, 2 mujeres acabaron discutiendo porque aparentemente Molina, pretendía atentar contra la vida del conductor, cuando supuestamente buscaba hurtar el carro. En la grabación, la acompañante de León dijo: “Pero no tenía derecho a matarlo”, mientras que la otra mujer le respondió: “¿él a nosotros sí? ¡Nos disparó!”.
Aterrador descubrimiento
Las autoridades comenzaron con investigaciones correspondientes y encontraron que el occiso, quien tenía 30 años de edad, presentaba una orden vigente de captura por homicidio agravado y porte ilegal de armas, además que tenía anotaciones judiciales por violencia intrafamiliar, porte ilegal de armas y tráfico de estupefacientes.
Pero eso no fue todo, hallaron que la Fiscalía y el Ejército, entidades que llevaba el caso del uniformado de 26 años, ya le habían hecho varios allanamientos en el nororiente del distrito.
Según conoció Q’HUBO por medio de fuentes judiciales, en una de esas diligencias encontraron un revólver y unos tenis similares a los que llevaba el delincuente que disparó contra Juan Camilo el 23 de abril.
Y es que esa madrugada, este joven perteneciente al área de inteligencia de la Cuarta Brigada, llegó en una camioneta a la carrera 80 con la calle 49, barrio Estadio, se acercó a un cajero, retiró plata y cuando se disponía abordar su vehículo, un delincuente lo intimidó con un arma de fuego y después de un forcejeo, le disparó.
La víctima quedó sin vida en el suelo, mientras que el criminal cogió el vehículo, siguió por toda la 80, luego cogió la calle Colombia y lo abandonó en Bello.
