En abril de 2019 todo fue felicidad para 46 familias de seis municipios del sur Santander, a quienes se les anunció que cumplirían el sueño de tener una vivienda nueva por cuenta del programa de Vivienda de Interés Rural Prioritario vigencia 2018 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Más de dos años después, la ilusión de las familias empieza a desvanecerse.
“Tenemos que ser positivos, tener mucha fe y pensar que si nos van a cumplir”, dijo Eliberto Cárdenas, en medio de la incertidumbre que aumenta con el pasar de los días.
No es para menos, el lote que el productor le pagó de a poco a su papá y en el que se debería construir la vivienda, permanece intacto en la vereda Santa Rosa del municipio, esperando a que lleguen los trabajadores.
Las dudas aumentaron las últimos días, luego de que no les cumplieran la nueva fecha prometida.
Hace un par de meses, en una socialización del proyecto, se les informó que ahora sí les construirían la casita. Alba Pico, habitante de la vereda Llano de Nada en Curití y esposa de Juan Carlos Galvis, beneficiario del sector, contó que en esa ocasión les aseguraron que el 5 de junio la obra de su vivienda iniciaría y en mayo, la de sus otros compañeros beneficiarios del pueblo. Eso nunca pasó.
Los beneficiarios están distribuidos en Curití, Galán, San Gil, Charalá, Vélez y Simacota.
Las demoras
En un documento remitido desde Fiduagraria al líder juvenil de Curití, Cristian Beltrán, se explica que la empresa contratista solicitó una nueva adición de tiempo.
De esta manera el Consorcio Futuro, responsable del proyecto, tendría hasta el 31 de agosto próximo para entregar el 45% de las 90 viviendas contratadas en el proyecto y en ese momento se definiría el nuevo plazo.
Los adelantos urbanos que estarían entonces ejecutando serían los de Boyacá. Beltrán explicó que entre los varios aspectos que preocupan del proyecto es que no se haya establecido una fecha para las viviendas en Santander.
