Un hecho insólito sucedió en las últimas horas en la capital del Valle del Cauca, donde uniformados de la Policía capturaron a un hombre señalado de vender la piel de un oso polar, una especie animal exótica que ni siquiera se ve en Colombia.
El coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía de Cali, indicó que este domingo el Grupo de Policía Ambiental y Recursos Naturales adelantó acciones contra el tráfico ilegal de biodiversidad, en coordinación con el DAGMA.
El hombre capturado por el delito de tráfico de fauna “se encontraba exhibiendo y comercializando una piel de oso polar, fauna exótica introducida de manera ilegal al país”.
Los hechos ocurrieron en un establecimiento comercial ubicado en el barrio Centenario, en la Comuna 2 de Cali, “gracias a información ciudadana de quienes denunciaron la venta de esta piel de oso polar”.
De acuerdo con el oficial, la autoridad ambiental determinó la originalidad de la piel y el tipo de especie. Posteriormente, “la piel fue incautada y dejada a disposición de la Fiscalía General de la Nación, al igual que la persona capturada”.
En Colombia, el delito de tráfico de fauna puede llevar a una condena mínima de dos años de prisión, según se lee en el Código Penal: “El que con incumplimiento de las normas, introduzca, trasplante, manipule, experimente, o propague especies silvestres exóticas, invasoras, que pongan en peligro la salud humana, el ambiente, las especies de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento a ocho (108) meses”.
En otro caso reciente de tráfico ilegal de fauna, autoridades rescataron un erizo africano en una finca de Antioquia, hecho que dejó en evidencia que el tráfico de especies estaría en auge por modas en redes sociales.
El caso se registró el pasado 10 de abril, cuando bomberos atendieron el llamado de una familia campesina que hallaron al animal corriendo en un potrero de la vivienda familiar. Tras rescatar al animal, bomberos se lo entregaron a los expertos de Cornare que no se sorprendieron con el hallazgo.
Se trataba de un erizo originario de países como Sudán y Senegal, una hembra adulta con leves lesiones en la piel y baja condición corporal.
La Policía Ambiental informó que en los últimos cinco años ha habido un notable aumento en el tráfico ilegal de especies y la introducción de especies exóticas procedentes de diversas partes del mundo, destacando la necesidad de desarrollar un sistema de información más eficiente en colaboración con las autoridades ambientales para obtener datos precisos sobre las especies traficadas y otros aspectos relevantes.
