En la Colombia de la década de los 60’s, quien tenía casa propia tenía una ‘joya’ que no todos podían lucir. Sin embargo, después de una visita ‘express’ del expresidente Jonh F. Kennedy y algunos convenios internacionales, nacen distintos proyectos de vivienda en todo el país.
En ese entonces el Instituto de Crédito Territorial dio luz verde a tres proyectos simultáneamente en Bucaramanga, los barrios: Kennedy, Mutis y La Joya.
Este último se comenzó a poblar el 5 de diciembre de 1962, según relata Clara Inés Garcés. Después de fines de semana edificando y pegando ladrillos, su padre vio cómo del lote que había recibido germinó el hogar que hasta el sol de hoy, es el único lugar en donde ha vivido su hija de 64 años.
Un barrio en el abismo
El barrio fue uno de los sectores más atendidos frente a los impactos del proceso erosivo, teniendo que efectuarse obras de ingeniería y de rehabilitación y delimitación de espacios verdes de conservación para lograr la estabilidad de sus terrenos.
Las 33 manzanas están custodiadas por árboles, montañas y quebradas Chimita y La Iglesia. No obstante, la minería ilegal se presenta como el principal taladro o, mejor dicho, motobomba que está fragmentando desde sus cimientos ‘la joya bumanguesa’.
‘La Joya somos todos’
A lo largo de la zona se pueden observar algunas huellas que hablan de la importancia que ha tenido la acción comunitaria en este territorio de la ciudad. En antiguas bancas de piedra se lee en letra roja la inscripción: “CooLaJoya”, el movimiento cooperativo del barrio.
Desde su fundación, los bazares, ollas comunitarias, torneos de fútbol y hasta festivales gastronómicos son eventos que se desarrollan en pro de ayudar a otros.
De hecho, ese espíritu se mantiene vivo y la tradición de ayudar pasa en grandes acciones como el comedor infantil que cobija a más de 100 niños cada año desde 2016.
“Hace 8 años la comunidad pudo tener control de este espacio que hemos mantenido a pulso junto con el apoyo de los voluntarios de Bambinos del Padre Pío. La administración municipal no dejó ni el menaje cuando dejó esta iniciativa en 2016” afirma el presidente de la Junta de Acción Comunal, Elmer Rojas.
Sigue brillando
En este lugar funcionan 12 escuelas deportivas que han impactado la vida aproximadamente a 500 niños, también cuentan con el primer salón comunal de Colombia que funciona con la energía de paneles solares y celebran cada noviembre un festival que ayuda a impulsar los negocios locales.
Con tan grandes iniciativas y resultados, los residentes esperarían que sus escenarios deportivos se encontrara en perfectas condiciones, sin embargo, las visitas de las administraciones municipales han brillado por su ausencia.
También, han quedado archivados dentro del banco de proyectos comunitarios diversas obras más que beneficiosas para la comunidad.
A pesar de dicho olvido o los crecientes riesgos en la zona escarpa, esta Joya sobrepasa los 60 años brillando e iluminando la comuna cinco de ‘la ciudad bonita’.
