En los últimos días, se informó que un niño de tres años estaba en estado crítico después de pasar seis horas dentro de un vehículo en Neuquén, Argentina, debido a que sus padres se habían olvidado de él mientras iban a trabajar. Su salud empeoró gravemente el martes hasta llegar a un punto en el que su condición se consideró «irreversible». Anoche, fuentes judiciales confirmaron su fallecimiento.
El trágico suceso ocurrió el lunes 11 de marzo, cuando el niño permaneció sentado en la silla infantil trasera del vehículo desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, en la calle Chrestia al 550.
Tanto el padre como la madre se dirigían al trabajo en un organismo oficial de Neuquén. Fue el padre quien, al ser el último en bajarse del auto, cerró la puerta, dejando accidentalmente a su hijo de 3 años dentro, atado a su butaca y con las ventanillas bajas. Seis horas más tarde, su madre lo encontró desvanecido y con marcas en la piel. Después de una semana de internación, los médicos declararon que el niño tenía muerte cerebral, y más tarde, la Justicia confirmó su fallecimiento.
Las autoridades, mediante las cámaras de seguridad, verificaron que fue el padre del niño quien lo dejó encerrado mientras se dirigía a su lugar de trabajo. Su madre lo encontró más tarde con dificultades respiratorias.
La mujer intentó reanimarlo con agua y llamó a la Policía. Posteriormente, fue trasladado a una clínica privada, donde recibió atención médica inicial. Luego fue llevado a otro centro médico, donde actualmente se encuentra internado en terapia intensiva. Las marcas en el cuerpo del niño fueron causadas por sus esfuerzos para liberarse de la silla.
De inmediato, se inició una investigación sobre el incidente, con la participación del Ministerio Público Fiscal de Neuquén y la Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.