En el acceso obtenido por la revista Semana a una grabación en la que Harold Echeverry, actualmente detenido en la cárcel de Cómbita por el asesinato de Michelle Dayana, la adolescente de 15 años abusada, asesinada y desmembrada en Cali, expresa su versión de los hechos.
Echeverry contradice la afirmación de la Defensoría del Pueblo, que había informado a la opinión pública sobre supuestos ataques físicos sufridos por él dentro del centro penitenciario. Estos acontecimientos se produjeron días después de que Echeverry admitiera haber matado a la mujer con sus propias manos.
“Me encuentro muy bien, me encuentro bien de salud. Físicamente, muy bien, gracias a Dios. No he sido lesionado o golpeado en mi integridad física. Han sido muy buenos los guardianes del Inpec. La guardia me ha atendido muy bien”, afirmó el delincuente desde Boyacá.
El convicto también utilizó el escándalo para expresar su gratitud por la atención recibida por parte del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), dirigido por el teniente coronel Daniel Fernando Gutiérrez.
“Quiero mandar un saludo al teniente coronel. El mayor Ospina ha sido una persona que ha estado al tanto de mi salud y de las cosas que he necesitado, ha estado velando por mi seguridad, no ha habido nada de lo que dicen en las noticias”, agregó el feminicida.
De la misma manera el periódico El País obtuvo en exclusiva, a través del coronel Daniel Gutiérrez, director del INPEC, que la información difundida en redes sociales y diversos medios de comunicación sobre una presunta golpiza a Harold Echeverry, el feminicida de Michelle Dayana, es falsa. La dirección de la Cárcel de Cómbita envió una carta al director del INPEC desmintiendo los rumores de que Echeverry haya sido golpeado.
El coronel asegura que la carta enviada confirma que «los guardias del INPEC se dirigieron a la celda donde se encuentra el detenido Harold Echeverry y verificaron que se encuentra en perfecto estado de salud».
Proceso del convicto
Hace tres días, la Fiscalía General de la Nación informó que un juez emitió una sentencia de 47 años de cárcel contra Harold Andrei Echeverry por su participación en el asesinato de la menor Michel Dayana González, ocurrido en la ciudad de Cali, Valle del Cauca.
Según la Fiscalía, se presentaron pruebas suficientes para demostrar la responsabilidad de Echeverry en estos hechos, los cuales causaron gran indignación en el país.
“La contundencia del material probatorio aportado por la Fiscalía fue determinante para que un juez de la República, en audiencia de lectura de sentencia por aceptación de cargos, condenara a 47 años de prisión a Harold Andrei Echeverry Orozco, quien admitió haber asesinado a la menor”, confirmó la Fiscalía.
La directora Seccional de la Fiscalía en Cali, Sandra Eugenia Gonzáles, proporcionó información detallada sobre la decisión judicial, señalando que la persona condenada por esos crímenes cumplirá su sentencia en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá.
“Esa persona admitió haber asesinado a una menor de 15 años de edad. Los hechos investigados se registraron el pasado 7 de diciembre en un taller automotriz ubicado en esta ciudad de Cali, en el barrio San Judas, donde Echeverry Orozco prestaba turno de vigilancia”, sostuvo la funcionaria.
Desarrolló que “estos elementos de prueba que aportó un fiscal de la estrategia contra el homicidio y el feminicidio de Cali en esta ciudad acreditaron que el hombre abordó a la menor, la forzó a entrar a este lugar, la golpeó y luego la habría asesinado, desmembró su cuerpo y lo ocultó en bolsas plásticas. Tras ello, hurtó una motocicleta y emprendió su huida”.
“Esta persona fue capturada por la Acción Efectiva de la Policía Nacional en Villavicencio Meta el pasado 11 de diciembre. Se le imputaron los delitos de feminicidio agravado y el delito de hurto calificado y agravado”, anotó.
De la misma manera informó sobre el proceso judicial: “Esta persona aceptó integralmente los cargos y hoy fue condenado por estos mismos delitos. Asimismo, hay que indicar que deberá purgar su sentencia en la cárcel de Cómbita, Boyacá, donde hasta hoy permanece privado de la libertad”.
