El dolor por el secuestro de Ana Valentina Vergel Guerrero no tan sólo se siente en el municipio de Ocaña, Norte de Santander, de donde ella es oriunda y se encuentran sus seres queridos.
Esta joven de 21 años desde el año 2019 se trasladó a vivir a Bucaramanga, para adelantar sus estudios en la Universidad Pontificia Bolivariana. Todos sus amigos y compañeros también claman por su pronta libertad.
“Yo a ella la conozco desde el segundo semestre de 2019, cuando se inscribió para iniciar el programa de Psicología en la Ponti. Desde ahí nos hicimos buenas amigas. Ella vive cerca a la universidad con el hermano, que también está estudiando acá (Bucaramanga)», dijo a Vanguardia una allegada a la víctima.
Vergel Guerrero fue secuestrada el pasado domingo 14 de enero cuando departía con tres amigas en la vereda Cimarrón del municipio de Río de Oro, en el sur del Cesar (cerca de Ocaña). Hombres armados llegaron al lugar y la obligaron a irse con ellos. Desde entonces no se sabe nada de ella.
Dentro de los planes de la joven de 21 años, estaba regresar a la capital santandereana en los próximos días para iniciar su último semestre de Psicología.
“Ella iba ya a empezar las prácticas para ya graduarse como profesional. Es una persona alegre, siempre está sonriendo, sabe tratar a los demás, cae bien y es sumamente amable. Puedo decir que es muy responsable, estudiosa y sabe conservar su amistad”, añadió la compañera de clases.
La petición por parte de los allegados a Ana Valentina es que pronto ella pueda recuperar su libertad, se encuentre sana y salva y pueda terminar sus estudios.
“Nadie debería estar viviendo una situación como esta, menos una mujer. Me enfoco en las mujeres porque hemos sufrido mucho en este país, quizás más en unos contextos que en otros. Somos más vulnerables y es muy duro que una hija, hermana, amiga esté pasando por esto. Quisiera la libertad, ella la merece. Es una buena persona, no es culpable de nada y las personas que la tenga, la entreguen. Esperamos verla y tenerla en nuestros brazos”, concluyó la allegada a la joven plagiada.
$30 millones de recompensa
El secuestro de Ana Valentina es el tercero que ocurre dentro de su núcleo familiar. La familia de la joven ocañera se ha tenido que enfrentar en dos ocasiones a la incertidumbre y la zozobra que la desaparición de un ser querido genera.
En 2019, el padre de la universitaria estuvo privado de la libertad por varias semanas y fue rescatado tras un exhaustivo operativo realizado por la Fuerza Aeroespacial (antes Fuerza Aérea) y el Gaula. Seis años antes, en 2013, el abuelo de la mujer de 21 años fue secuestrado en Norte de Santander y su paradero permanece desconocido hasta el día de hoy.
La Policía ofreció públicamente la recompensa de $30 millones a quien suministre información que permita encontrarla. Cualquier comunicación, puede contactar a la línea 165 del Gaula de la Policía.
Actualmente, las autoridades han desplegado una vasta operación de búsqueda en la región para encontrar a la joven ocañera de quien se conoció, según sus familiares, necesita un tratamiento de insulina para tratar la diabetes que padece.