La resaca, conocida en Colombia como ‘guayabo’, es una consecuencia común de la ingestión excesiva de alcohol, que puede dejar a las personas sintiéndose fatigadas, deshidratadas, con dolor de cabeza, náuseas, mareos y demás síntomas.
Sin embargo, es evidente que no todas las resacas son iguales, y algunas personas parecen sufrir de los efectos molestos durante períodos más prolongados que otras. ¿Qué explica estas variaciones en la duración y gravedad del ‘guayabo’?
Un artículo de The New York Times dio algunas luces al respecto. Al parecer, las resacas pueden durar más en las personas que, paradójicamente beben con frecuencia y también, las que pocas veces lo hacen. La razón del primer caso: lo que se creería que es resaca o ‘guayabo’, es quizás síndrome de abstinencia por beber frecuentemente alcohol, comentó al medio neoyorquino Lara Ray, profesora de psicología clínica de la Universidad de California, en Los Ángeles, quien realiza investigaciones sobre el alcoholismo.
Por otro lado, el hígado de las personas que no suelen beber con frecuencia no está acostumbrado a recibir cantidades excesivas de alcohol ni de producir acetaldehído, un compuesto químico con el que se descompone el alcohol en el cuerpo.
Por lo que los síntomas de la resaca podrían persistir. Frente a esto, pueden existir otros factores que hacen que en unas personas dure más el guayabo. Los factores genéticos tienen que ver. Hay una predisposición genética que influye en la forma en que nuestro cuerpo metaboliza el alcohol.
Algunas personas tienen variaciones genéticas que les permiten procesar el alcohol de manera más eficiente, lo que significa que experimentan resacas menos severas y de menor duración. Mientras que otros pueden metabolizar el alcohol de manera más lenta, lo que prolonga la duración de la resaca.
La tolerancia, que tiene que ver con la frecuencia en la que se bebe alcohol, tiene mucho que ver. Y, por otro lado, el tipo de licor y la cantidad consumida también influye.
Las bebidas alcohólicas, como el vino tinto o las bebidas oscuras, tienden a producir resacas más intensas. Asimismo, consumir grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo sobrecarga el sistema metabólico del cuerpo, prolongando los efectos negativos al día siguiente.
Por último, no olvide que la hidratación y la alimentación son esenciales al momento de ir a una fiesta a tomarse unas copas. El alcohol deshidrata el cuerpo y agota los nutrientes esenciales, lo que prolonga los efectos desagradables de la resaca.
Las personas que se mantienen bien hidratados antes, durante y después de consumir alcohol, y que tienen una dieta equilibrada, tienen menos probabilidades de experimentar resacas prolongadas. No se olvide de prevenir el ‘guayabo’. Ya cuenta con algunas herramientas que le pueden ayudar a que le dure menos el malestar.
