El árbitro colombiano Wilmar Roldán será el encargado de impartir justicia en la final de la Copa Libertadores de América entre Fluminense y Boca Juniors, que se disputará el próximo 4 de noviembre en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro.
Será la cuarta final en la que actuará Roldán, y la primera desde que se juega a partido único.
El colombiano fue juez central en las finales de las ediciones 2012 (Corinthians 2-0 Boca, partido de vuelta), 2013 (Atlético Mineiro 2-0 Olimpia, partido de vuelta), 2014 (Nacional de Paraguay 1-1 San Lorenzo, partido de ida).
Roldán es el que más veces ha arbitrado en la Copa Libertadores, con 116 encuentros. Además, dirigió 31 partidos de la Copa Sudamericana, 10 de la Recopa Sudamericana, 13 de la Copa América, 1 de Mundial de Clubes, 2 de la Copa Confederacionales, 2 Juegos Olímpicos y 4 de Mundiales.
El árbitro ‘cafetero’, como lo registran los datos, es uno de los mejores en la historia del fútbol colombiano y también de Sudamérica.
En una reciente charla con el programa ‘Saque Largo’, de Win Sports, el juez contó secretos de su carrera y se animó a revelar cuál es el estadio más difícil para dirigir en Colombia, así como los futbolistas más incómodos en el balompié nacional.
Roldán, a pesar de lo que se piensa, indicó que estadios como el Atanasio Girardot de Medellín, el Pascual Guerrero de Cali y El Campín de Bogotá, no son los más complicados.
Para Wilmar Roldán, el estadio General Santander de Cúcuta es bastante difícil, teniendo en cuenta que «los hinchas allá son bravos. Allá una vez tiraron tres celulares, cuatro tacones, es la única cancha en que yo he visto eso. Los Policías decían, ¿vamos a seguir? Y yo les digo, sigamos, lleve esos tacones para la esposa suya y sigamos», sostuvo entre risas.
Por su parte, al hablar de futbolistas que son muy complicados, expresó que «en 21 años de carrera han pasado muchos pero si podemos meter ahí un top 3 yo creo que está Víctor ‘El Curo’ Cortés, Gerardo Bedoya y Juan Carlos Quintero. Esos tres yo siempre que me veía terminábamos peleando en todos los partidos porque eran insoportables. Hablaban, todo lo protestaban, querían ir encima de uno, eso era una lucha», comentó Roldán.
