En la cárcel, bajo medida de aseguramiento, y con una herida por arma de fuego en el antebrazo izquierdo terminó Gabriel Alexander Bedoya Rivera tras presuntamente cometer un hurto y luego enfrentarse a la Policía.
Este hecho se originó cuando una mujer de 27 años se desplazaba en su motociclista por la paralela de la autopista Bucaramanga – Floridablanca, cerca del barrio Provenza, y fue interceptada por Gabriel, de 34 años, quien se movilizaba en una moto Pulsar, de color negra y de placa MBG-66B.
“Baje la velocidad un momento y ahí fue que un hombre atravesó su moto. Esta persona me dijo entrégueme todo o si no la mato, al tiempo que sacó un cuchillo y me lo puso en la cintura (…) Me quitó el celular que tenía en mi pantalón. Me dio muchos nervios, lloraba y le decía que por favor no me hiciera daño”, relató la víctima a la Fiscalía.
Tras cometer el hurto, este hombre aceleró su motocicleta y se dio a la fuga por la autopista. La víctima, según su relato, pidió ayuda a conductores que se movilizaban por el lugar que llamaron a la Policía y por cuenta propia intentaron perseguir al delincuente.
Varias patrullas de la Policía aparecieron en acción y persiguieron la moto Pulsar hasta el anillo vial Floridablanca – Girón.
El motociclista, de acuerdo con las autoridades, realizó maniobras peligrosas e incluso saltó el separador y pasó al otro carril para intentar evadir a las autoridades.
En medio de toda esta persecución y cuando ya los uniformados lo tenían cercado para capturarlo, Bedoya Rivera sacó un revólver para amedrentarlos. En respuesta, los agentes reaccionaron y con el arma de dotación le propinaron un disparo en el antebrazo izquierdo.
Como la herida no fue de gravedad, Gabriel Alexander intentó seguir huyendo hasta que en la altura de la Zona Franca Santander fue capturado.
Se le incautaron dos teléfonos celulares robados, la motocicleta y el arma, que más adelante se pudo corroborar que era traumática.
En videos de ciudadanos quedó registrado el momento en que los policías lo suben a la patrulla luego de la gigantesca persecución.
Esta persona fue llevada al Hospital de Floridablanca y de allí a la Clínica Foscal, en donde los médicos establecieron que la lesión no comprometió órganos vitales ni mucho menos la vida. Tan pronto se recuperó, procedió a ser judicializado en la noche del pasado miércoles 23 de agosto.
La Fiscalía le imputó cargos al hombre de 34 años por hurto calificado y receptación, a los cuales no se allanó. Pese a esto, con las evidencias presentadas, un juez de garantías decidió imponerle medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
