La muerte de tres jóvenes durante la última semana conllevó a un consejo de seguridad en el municipio de Barbosa, Santander. Tras esta reunión, el alcalde Víctor Camacho aseguró que durante este fin de semana se decretó la restricción de pasajeros en motocicletas, desde la 9 de la noche y hasta las 5 de la mañana. En ese mismo horario habrá toque de queda para menores de edad.
“La Policía y el Ejército Nacional se encargarán de patrullar la población, no vamos a permitir que haya incertidumbre por culpa de los bandidos en nuestro municipio”, señaló Víctor Camacho, alcalde de Barbosa, Santander.
No obstante, pese a estas medidas, el temor se ha apoderado de sus habitantes por estos homicidios, que, al parecer, estarían relacionados con el tráfico de estupefacientes.
El primero de los jóvenes asesinados fue identificado como Héctor de Jesús Tirado Vélez, de 21 años de edad. Era conocido entre sus amigos como ‘La Pulga’ y, según versiones de uno de sus allegados, la última vez que lo vieron con vida fue el pasado lunes 14 de agosto, cerca del Terminal de Transportes de Barbosa. Días después fue hallado sin vida.
“Estaba en una zona boscosa con un disparo en la cabeza. Las autoridades están investigando”, aseguró un habitante de Barbosa.
Doble homicidio en el barrio San Jorge
El miércoles 16 de agosto en la noche fueron Wilson Quiroga Quiroga de 27 años de edad y Carlos Andrés Alarcón Méndez, de 20 años de edad, quienes fueron asesinados en una zona boscosa del barrio San Jorge, aledaño a la calle 14 con carrera 12.
“Esa día escuchamos varios disparos, pero solo fue en horas de la madrugada que se encontraron los cuerpos. Esos jóvenes residían en el barrio Marsella de Barbosa”, indicó un testigo.
Los dos jóvenes también recibieron disparos con arma de fuego en la cabeza y se investiga sus antecedentes judiciales.
Un mensaje de whatsapp que atemoriza
Entre los residentes de Barbosa, Santander, empezó a circular un mensaje que ha sido tomado como un panfleto donde se anuncia una mal llamada ‘limpieza social’ contra expendedores y consumidores de alucinógenos.
“Ha habido miedo entre los habitantes, mucha zozobra en toda la población, el comercio está cerrando las puertas antes de las seis y se han escuchado disparos en diferentes lugares”, señaló un residente del municipio.
Para Julio Acelas, director del Observatorio Ciudadano de Santander, “Barbosa es un puerto terrestre que tiene problemas con el tráfico de estupefacientes. Es un centro de acopio en el sur de Santander para almacenar y expender las drogas hacia otros departamentos como Boyacá, Cundinamarca. Hay unas bandas delincuenciales que se han tomado esta población por su ubicación estratégica. Muchos jóvenes son utilizados para este delito y ellos son las víctimas y victimarios. Hay que sumarle el problema de la llegada de migrantes”.
