La ONU se sumó a las entidades colombianas en las labores de búsqueda de los cuatro menores que viajaban en una avioneta que se accidentó el pasado 1 de mayo en la selva amazónica y que por el momento siguen desaparecidos.
La información agregó que más de 200 hombres y mujeres indígenas y de las Fuerzas Militares continúan con la búsqueda de los hermanos usando el apoyo de helicópteros y recursos tecnológicos.
Además, gracias a las evidencias encontradas ayer, las operaciones “se concentran en un seguimiento minucioso y milimétrico de patrones de búsqueda en un área cercana a los 10 kilómetros cuadrados”.
El miércoles, las células combinadas de búsqueda, compuestas por las Fuerzas Militares e indígenas nukak, ubicaron en dos lugares diferentes pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla.
Las últimas pruebas fueron halladas a 560 metros al oeste del lugar donde cayó el avión Cessna 206 con siete personas a bordo, de los cuales tres eran adultos que fallecieron, incluido el piloto, y los cuatro menores de edad que siguen desaparecidos.
Hasta el momento el Ejército y la Aeronáutica Civil (Aerocivil) también han hallado “un refugio construido de manera improvisada con palos y ramas”, donde fueron encontradas unas “tijeras y unas ‘moñitas’ que usualmente emplean las mujeres para sujetar el cabello”, e incluso trozos de frutas que supuestamente pudieron ser consumidos por los niños.
El avión, operado por la compañía Avianline Charter’s, al parecer sufrió una falla en el motor cuando volaba entre Araracuara, una remota localidad ubicada entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, y San José del Guaviare, y fue hallada más de una semana después cerca del caserío de Palma Rosa, del municipio de Solano (Caquetá).