Un militar se pasó de copas en la madrugada del domingo y se le hizo fácil subirse a su automóvil Chevrolet Aveo para conducir como si nada tras haber departido en un establecimiento aledaño al estadio Alfonso López.
Con lo que no contaba este hombre era que uniformados de la Policía se encontraban realizando controles en el lugar y le pidieron que se detuviera. Él se negó y emprendió la huida hacía el Batallón Caldas.
“El vehículo en el que se movilizaba y cuando lo requieren para una requisa y la respectiva prueba de alcoholemia, los atropella causándoles heridas en varias partes del cuerpo, principalmente sus extremidades superiores”, dio a conocer Carlos Bueno, director de Tránsito de Bucaramanga.
Una vez inmovilizado, al hombre se le realizó la respectiva prueba de alcoholemia que arrojó grado 1, lo que le generó una multa de $ 5.999.940 millones y la suspensión de la licencia de conducción por 3 años. A esto se suma que también fue capturado por las lesiones ocasionadas.
“Al final, gracias a los refuerzos de la misma Policía, es posible neutralizarlo, detienen al conductor y nuestros agentes de Tránsito inmovilizan el vehículo y lo trasladan hasta los patios”, agregó el director.
En otro caso, dos hombres, quienes se identificaron como suboficiales del Ejército Nacional, se movilizaban por el barrio Cabecera en una motocicleta con placas adulteradas. El vehículo fue inmovilizado.