El abogado Saúl León, contó cómo defendió a un hombre que estaba recluido en la cárcel por los delitos de hurto agravado y calificado y amenazas, y buscaba la libertad por vencimientos de términos.
Tras cinco audiencias fallidas, en la sexta logró que un juez le diera libertad. La razón de la demora, explicó, fue por culpa de la Fiscalía que no asistía o el despacho fijaba nueva fecha para la audiencia sin explicación alguna.
“Una vez en libertad me comuniqué con mi cliente los honorarios pendientes”, contó el abogado, además dice que le dio un tiempo de espera mientras recogía el dinero para pagarle; sin embargo, pasaron varios meses y ya un poco incómodo con la situación decidió llamarlo.
La respuesta de su cliente lo dejó helado, pues le dejó en claro que, “no solo había estado en la cárcel por los delitos de hurto y amenazas sino que en el pasado también había estado por abuso de confianza, por secuestro, por extorsión y que jamás había estado por el delito de homicidio, que dejara de llamarlo porque el estrés que le producían las llamadas lo llevaran a cometer el delito de homicidio pero esta vez en contra de su abogado defensor”.
Los usuarios dejaron varios mensajes reconociendo esta situación, “los abogados hasta cierto punto estamos muy desprotegidos frente al cobro de nuestros honorarios.”; “Me ha pasado Dr. lastimosamente los penalistas vivimos de eso, de delincuentes.”; “Por eso no me gusta el derecho penal, si uno no tiene un respaldo de peso, después el abogado termina amenazado y lleno de esas energías negativas”.