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Detalles del ataque a un policía dentro de una iglesia

Un subintendente de la Policía resultó baleado y como consecuencia dos sacerdotes fueron capturados.

A tres días del inaudito caso sucedido en la casa cural de una iglesia, ubicada en la parte alta de la localidad de San Cristóbal, en Bogotá, en el que un subintendente de la Policía resultó baleado y como consecuencia dos sacerdotes fueron capturados, se siguen conociendo pormenores.
Tal y como se los contamos en nuestra edición de este 1° de mayo, el uniformado fue herido a la altura de su pecho, muy cerca al corazón, y debido a la gravedad del hecho aún permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Policía. En las últimas horas, los sacerdotes involucrados quedaron en libertad, al parecer, por un mal procedimiento durante la captura. Les contamos el desarrollo que ha tenido el hecho.

“Nos tiene sumamente extrañadas”
Fue la respuesta en coro de un par de vecinas del sector de Valparaíso, uno de los barrios que coronan los cerros de la localidad de San Cristóbal, ante lo sucedido. “Acá nadie sabe muy bien qué ha pasado, nos enteramos por lo que ha salido en los medios. Muy grave que eso esté pasando, ¡imagínese, un sacerdote armado! ¿Qué mensaje puede dejarle a una comunidad? Sea religiosa o no. Y claro que ellos la embarran, como todos, son seres humanos que cometen errores y eso a veces se olvida, esperemos que den la cara y respondan por lo que pasó, que sean ellos los que nos cuenten a los feligreses, ese es el derecho, mientras eso no suceda la gente seguirá especulando”, sentenció certera una vecina de la Carrera 11B con Calle 66 Sur, dirección del sitio de los hechos.

¿Qué ha trascendido?
En un primer momento se pensó que en la escena de los hechos solo estaban el policía herido y los dos sacerdotes, pero no fue así. Con las horas se conoció que en la casa cural, cerca de la medianoche del sábado, habían cuatro personas: los sacerdotes Castro y González, quienes a la hora estaban en compañía de dos uniformados que se encontraban de servicio: el subintendente Jesús Daniel Cortés y el Patrullero José Hernández.

Los uniformados habrían llegado al recinto religioso horas antes de hecho y, de acuerdo con lo informado por las misas autoridades, tras compartir unos tragos con los religiosos, sucedió el lamentable hecho.

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