Este fin de semana, las autoridades en Bucaramanga impusieron millonarias multas a personas que manejaban su carro en estado de embriaguez. Una mujer que se estrelló y un conductor ebrio que se dio a la fuga fueron los protagonistas de lo sucedido en la capital santandereana.
El primer caso ocurrió en el reconocido sector de Cabecera, donde una conductora en estado de embriaguez se negó a practicarse la prueba de alcoholemia. “Al ser orillada, ella se estrella y se hizo la primera parte de la prueba, estaba totalmente alcoholizada”, manifestó el director de Tránsito de Bucaramanga, Carlos Bueno.
Otro caso similar se vivió con un conductor ebrio también en el mismo sector. Ante la presencia de los agentes decidió salir corriendo para evadir la prueba. Entre tanto, mientras que el sujeto se daba a la fuga uno de los acompañantes que viajaba en la misma camioneta tomó el volante y huyó arrollando a varios agentes.
“Afortunadamente tenemos identificado el vehículo”, contó el director Bueno, añadiendo que antes de que el conductor ebrio saliera corriendo le “fueron requeridos los documentos, los cuales están en manos de la dirección de tránsito”.
Según el director de Tránsito, a ambos conductores les podría caer una multa de unos 55 millones de pesos por impedir la realización de las pruebas de alcoholemia, entre otros cargos.
Las autoridades precisaron que, según la norma, se aplica esta millonaria sanción cuando un conductor se rehúsa a colaborar con el procedimiento para detectar el nivel de alcohol en el organismo.
Esta semana estos conductores deberán comparecer ante tránsito para asumir el proceso que los podría dejar sin licencia de conducción.
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En Girón, ni las tumbas se salvan de los delincuentes, que ingresan a los cementerios para llevarse los floreros. Al menos 100 lápidas han sido desvalijadas y profanadas.
Con tristeza, Miguel Ángel Torres ve cómo tres tumbas de familiares han sido blanco de los ladrones que no tienen ningún respeto por nada.
“La tumba de mi sobrino se había salvado de ese robo en Semana Santa, pero este fin de semana volví para revisar si se la habían robado y vi que están partiendo las lápidas. Uno paga la administración y pues yo creo que la iglesia va a responder”, aseguró.
El cementerio no cuenta con vigilancia nocturna. Vecinos del lugar dicen que han visto el ingreso y salida de varias personas durante la noche.
“Se meten por el techo. Antes de poner las luces salían por ahí tres o cuatro muchachos. Ellos venían a dormir al cementerio”, dijo una vecina.
Finalmente, los familiares de los difuntos piden una solución para detener los robos: “La idea es que el alma de ellos descanse en paz, pero así cómo está Girón, con estas bellezas que nos encontramos. Es que ni un portero, no le ponen orden a esto”.