Personas cuyos restos de familiares y seres queridos reposan en el Cementerio San Isidro, también conocido en Girón como de ‘Los Pobres’, encontraron el jueves en la mañana que varias de las tumbas habían sido profanadas por robarles los floreros de aluminio y otros elementos de algún valor.
Una de las personas que constató los daños en las lápidas – se cree que unas 30 fueron afectadas-, fue Miguel Ángel Torres.
Fue hasta el camposanto a visitar a un sobrino que murió ahogado en el río de Oro y acostumbra llevarle flores para recordar su memoria, según sus creencias.
“Es nuestra tradición como católicos, venir a los cementerios y rezar por el descanso eterno de nuestros seres queridos. Pero algunos desadaptados no respetan ni a los vivos y ahora mucho menos a los muertos”, señaló.
Cuando llegó al lugar, se encontró con que la tumba estaba destruida. Le habían quitado el florero fabricado con aluminio y la lápida partida por la mitad.
Pero otras bóvedas en el mismo panteón donde se encuentran los restos de su familiar también fueron profanadas por los delincuentes, que se cree ingresaron en la noche y aprovecharon que no hay vigilancia.
“Yo creo que utilizan piedras, porras o martillos para llevarse los floreros metálicos. De verdad ya ni muerto uno descansa”, relató otro visitante.
El secretario de Seguridad de Girón, el mayor en uso de retiro Juan Carlos Pinto, manifestó que tras una visita al cementerio se encontró que los robos ocurren desde hace de varios meses.
“Vamos a reunirnos con la administración para buscar la forma que los delincuentes no sigan haciendo de las suyas. Aquí debe responder la vigilancia privada que tienen, pero buscaremos la forma para que los delincuentes no sigan llevándose los elementos y destruyendo las tumbas”, indicó el funcionario.
Las autoridades invitaron a los dueños de chatarrerías a no adquirir estos elementos ya que se iniciarán controles en estos negocios para verificar si los están comprando.