Sofía Pinzón Donado es una estudiante del colegio Agustiniano de Floridablanca, tiene 15 años, es amante de la música, toca guitarra y flauta, pero desde los 11 se enamoró del acordeón. Este año participará en la versión 56 del Festival de La Leyenda Vallenata, homenaje a Luis Enrique Martínez.
“Voy a disponerme el 100 % con todo mi talento y esfuerzo en la tarima y aspiro a acceder a los primeros puestos y si Dios lo permite, a la corona”.
Esta niña prodigio del acordeón manifestó que “estoy participando este año en la categoría de acordeonera menor. Ya estoy en Valledupar y arranco el próximo martes, 25 de abril, con mi participación, que se extenderá hasta el 28 de abril”.
Sofía confesó que “dentro de mis expectativas están disponerme el 100 % con todo mi talento y esfuerzo en la tarima y aspiro a acceder a los primeros puestos y si Dios lo permite, a la corona”.
Una princesa del Festival
Carlos Pinzón, su padre, le compró su primer acordeón. Ella aprendió a tocar y luego de tres años de aprendizaje y un 2022 de entrenamiento intensivo con el profesor Miguel Avendaño asistió a su primer Festival Vallenato el año anterior.
Según el profesor Avendaño, experto en acordeón de la Casa de la Cultura Piedra del Sol de Floridablanca y preparador de Sofía, ella viajó a Valledupar y comenzó a presentarse en las rondas eliminatorias en tarimas pequeñas.
“Lo hizo muy bien y siempre mantuvo un puntaje perfecto de 4.800. Cuando llegó a la final existía la incertidumbre de que se pusiera nerviosa por ser una tarima más grande y con un público multitudinario. Sin embargo, su presentación fue muy buena, parecía como si ya tuviera cinco festivales encima”.
“Ella demostró que tenía verraquera para tocar, interpretó los cuatro aires como toda una guerrera, no peló ni una nota. Le tocó competir contra niñas con mucha experiencia y los jurados decidieron darle el tercer lugar”, agregó el profesor de acordeón.
Sofía dijo que “aunque había niñas muy buenas, en mi mente recordé las palabras del profesor Avendaño donde me decía que tocara lo que sabía, que tocara concentrada y eso lo pudo ver el jurado”.
Pinzón Donado reconoció que “lo más difícil fue tocar rutinas largas que producen bastante desgaste físico. Sin embargo, cuando me sentía cansada o se me afectaban los dedos siempre pensé en que el dolor no existía y que al final iba a tener mi recompensa”.
Esta acordeonera resaltó que “gracias a Dios he tenido la oportunidad de tener buenos profesores, me enseñó el profe Javier Villalobos (QEPD), luego tuve clases con Julián Rojas y ahora estoy con el profesor Miguel Avendaño”.
Esta princesa del Festival señaló que “me siento orgullosa de que siendo santandereana haya obtenido este logro, para llegar a ello no se necesita necesariamente haber nacido en Valledupar sino saber del vallenato, tocar bien, tener el pulso y estudiar mucho”.
“Valoro este tercer lugar y el sacrificio que hicieron mis padres y mi profesor pero no me conformo, quiero más” expresó Pinzón Donado
Además de seguir tocando, de presentarse en grandes escenarios, esta acordeonera quiere ser médico y “seguir dejando en alto el nombre de Floridablanca, de Santander”.