Dos de los principales logros que había alcanzado en los últimos años, Carlos Alberto Niño Bacareo, eran graduarse en el año 2019 como ingeniero ambiental de la Universidad Pontificia Bolivariana y contraer matrimonio el pasado mes de marzo.
El hombre de 29 años era padre de un menor de tan solo 16 meses y vivía con su esposa en el barrio Álvarez de Bucaramanga.
También se desempeñaba como unidad de apoyo en la Asamblea de Santander y laboró como contratista de la CAS.
Sus conocidos lo calificaban como una persona emprendedora y vio en el alquiler de motos un negocio próspero para su sustento económico.
“Él no se metía con nadie, él era honesto, tenía una carrera universitaria si no que se dedicó a ese negocio de las motos”, expresó un amigo.
Solo que este negocio quizá fue la causa por la que un sujeto le quitó la vida en la carrera 30 con calle 11 del barrio La Universidad en los alrededores del estadio Alfonso López.
La principal pista con la que cuentan las autoridades para dar con el agresor es el testimonio de uno de sus empleados quien lo acompañó a cobrar una deuda por el alquiler de una moto.
Fue citado por un cliente en la carrera 30 con calle 11 en el sitio conocido como ‘las limonadas’. Llegaron en una motocicleta de placas SPC-85I.
La deuda era por 70 mil pesos y el sujeto que le debía el dinero lo esperaba en ese lugar.
“Mi jefe desciende de la motocicleta y realiza el cobro. Le cancelan la suma y luego se sube y nos vamos. Se que con este mismo sujeto habían tenido problemas personales producto del préstamo de dinero con anterioridad”, le relató el testigo a las autoridades.
Pero una cuadra más adelante, sobre la carrera 30 con calle 11, son alcanzados por dos personas que también se movilizaban en una moto, al parecer FZ de color azul.
“Yo iba manejando y no alcance a distinguir si era la misma persona a la que le habíamos cobrado la plata”, relató el empleado que lo acompañaba.
A las 4:30 de la tarde del sábado se escucharon tres detonaciones de arma de fuego. Los disparos en el cuello, en el hombro derecho y en el brazo derecho. El conductor y empleado no fue alcanzado por las balas.
Mientras los sicarios huían del lugar, Carlos cayó agonizante. Fue auxiliado y llevado a la Clínica La Merced, pero por la gravedad de las heridas falleció.
Miembros del CTI de la Fiscalía se encargaron de la recolección de pruebas y el levantamiento del cuerpo del ingeniero ambiental.
Los móviles del asesinato están por establecer por parte de las autoridades y se busca a la persona que lo citó para pagarle la deuda, quien ya está identificada.
Como dato de interés, la víctima presentaba una anotación como indiciado por el delito de abuso de confianza en el año 2018.